Kiki Bertens tiene una cuenta pendiente con Madrid. Tras ceder en la final del año pasado ante la checa Petra Kvitova, la más larga en la historia del torneo, la holandesa aterrizó en la capital española con la más firme determinación de coronarse campeona en el Mutua Madrid Open. Ya se encargó de liquidar en el día de ayer a Kvitova con una auténtica exhibición y hoy ha hecho lo mismo ante la estadounidense Sloane Stephens, número ocho del mundo, para plantarse nuevamente en la gran final.

En una hora y 29 minutos, Bertens doblegó por 6-2 y 7-5 a la vigente finalista de Roland Garros en un partido sin mucha brillantez pero en el que la séptima favorita del cuadro impuso su mayor oficio, sobre todo en el segundo set, donde salvó tres pelotas de rotura que pudieron haber llevado el choque a la tercera manga. 


Entre las dos realizaron 18 golpes ganadores, seis por parte de Stephens y 12 por la de Bertens. En cambio, el número de errores no forzados se disparó hasta los 29, en el caso de Stephens, y 31, en el de Bertens


Sin especial acierto a nivel ofensivo

Sin la brillantez mostrada en su duelo anterior ante Kvitova, Bertens supo sufrir y sacar adelante un encuentro en el que no le salieron del todo las cosas. Enfrente, una rival totalmente distinta a la checa, una Sloane Stephens también acostumbrada a prevalecer gracias a su gran solidez desde el fondo de la pista. Quizá debido a las muchas similitudes entre ambas jugadoras, ninguna de las dos se mostró especialmente acertadas a nivel ofensivo.

Los golpes ganadores se contaban con los dedos de una mano y la gran diferencia estuvo en la gestión de los momentos decisivos del partido. En eso, Bertens se mostró implacable, llevándose el primer set por 6-2 tras aprovechar dos de las cinco bolas de 'break' que tuvo y salvando otras cuatro en contra con su saque. 

Stephens no había logrado aprovechar el bajo porcentaje de primeros servicios de su rival, un 47%, pero era consciente de que si lograba que los puntos importantes cayeran de su lado, el partido cambiaría. Pero eso no terminó por suceder. La estadounidense amagó con llevar el choque al tercer y definitivo set y tuvo varias oportunidades para ello. Primero, una ventaja de 4-2 y 'break', que cedería posteriormente con una doble falta. Y lo segundo y más doloroso, un 0-40 al resto en el décimo juego y con 5-4 a su favor.

Remontada de Bertens

En un momento en el que la tragedia se intuía, Bertens sacó su oficio a pasear y no falló ni una bola para remontar y hacerse con su servicio (5-5). Stephens había logrado recuperarse del golpe anterior con el 4-2, pero de esto ya no pudo hacerlo. En el juego siguiente, cedió su servicio y puso el triunfo en bandeja a su rival, que no perdonó para poner el 7-5 con el que accede a su segunda final consecutiva en Madrid. 

No hay duda de que la tierra batida en general, y el Mutua Madrid Open, en particular, sientan de maravilla a Kiki Bertens. La tenista de Wateringen desafiará a la otra gran especialista en polvo de ladrillo del circuito, la rumana Simona Halep, en una final que promete ser muy apretada, a tenor de lo visto por ambas jugadora durante esta semana. Si vence, Bertens se uniría a Petra Kvitova como una de las dos jugadoras capaces de repetir título en este 2019 y además, lograría su noveno título como profesional, el sexto en arcilla.