La adaptación a la hierba es una de las cosas más difíciles en el mundo del tenis, especialmente para los jugadores denominados 'terrícolas', como es el caso de Jaume Munar. El mallorquín no termina de salir de su particular bache de juego iniciado, precisamente, al final de la gira de tierra batida y hoy encajó su cuarta derrota consecutiva en el circuito ATP, la tercera que se produce a las primeras de cambio, al caer en la primera ronda del torneo de Stuttgart, de categoría 250 y que da inicio a la gira de hierba que culminará dentro de tres semanas con la disputa del tercer Grand Slam del año, Wimbledon. El pupilo de la Rafa Nadal Academy cedió ante el húngaro Marton Fucsovics, otro tenista también habituado a las canchas lentas, en un igualado encuentro que terminó cayendo del lado del actual número 52 del mundo por 7-6(4) y 6-4 en una hora y 31 minutos de juego. 

Dentro de la igualdad imperante en el partido, Fucsovics hizo más daño con su primer servicio, con el que se llevó el 81% de puntos jugados (35 de 43)

Dio un poco igual el hecho de disputarse sobre hierba, porque pareció en todo momento un partido típico de arcilla. Los restos dominaron a los servicios y ambos jugadores se intercambiaron varios 'breaks' durante ambos sets. Fucsovics llevó la voz cantante en el primero, adelantándose por 3-1, pero ahí llegó la reacción inmediata de Munar, que logró el 'contrabreak' para recuperar el terreno perdido. El balear estuvo a contracorriente durante casi todo el encuentro, salvando dos bolas de set con su servicio en este primer parcial, una con 5-4 en contra y otra en el desempate con 6-4 también por debajo. En la tercera, la primera con su saque, Fucsovics no perdonó y puso el 7-5 con el que se hacía con este disputado primer set. 

El panorama no cambió en el segundo. De nuevo, fue el húngaro el que dio primero con otra rotura en el quinto juego (3-2). La reacción de Munar fue calcada a la de la primera manga, impidiendo a su rival consolidar el 'break' para poner el empate a tres en el marcador. Pero cuando juegas tanto con fuego te acabas quemando y eso fue lo que finalmente le sucedió a Munar en el día de hoy, perdiendo otra vez su servicio en el noveno juego para decir definitivamente adiós al torneo en el siguiente (6-4). El de Santanyi demostró, al menos, su carácter competitivo, disponiendo de una última oportunidad para alargar el encuentro. Sin embargo, las tres bolas de 'break' para un posible 5-5 se quedaron en el camino debido al buen hacer de Fucsovics, otro hombre necesitado de triunfos, que, tras salvar ese momento de apuro, sentenció a su rival en su primera bola de partido. 

En la segunda ronda, el húngaro se las verá con el georgiano Nikoloz Basilashvili, cuarto favorito del cuadro y, por ello, exento de disputar la primera ronda.