“Hall of Fame Live”, la serie del International Tennis Hall of Fame en Facebook Live, entrevistó a la española Conchita Martínez. La ex tenista hizo un repaso a su rica carrera. Durante la charla, se puso énfasis en el título de individuales de Wimbledon, que obtuvo hace 26 años.

Ex número 2 del mundo, se convirtió en profesional a los 16 años. Ingresó en el Top 10 del ranking en 1995. Cosechó 33 títulos individuales de la WTA, 13 en dobles, tres medallas olímpicas y cinco títulos de la Fed Cup.

Fue capitana de la selección española de la Fed Cup. Actualmente, entrena a su compatriota Garbiñe Muguruza, ex número uno del mundo, dos veces ganadora de torneos de Grand Slam.

En 1994, Conchita se hizo con la corona y sorprendió gratamente al mundo del tenis. No era experta en campos de césped. Doblegó en la final a la legendaria Martina Navratilova, la estadounidense de origen checo, quien era la favorita, hasta hoy reconocida por ser la tenista con más títulos de “Grandes” a nivel femenino.

Conchita había ganado 18 títulos individuales antes, pero más de la mitad en tierra batida. No había llegado a una final en hierba. La española dominaba en las pistas de tierra de Roma, donde ganó cuatro títulos individuales consecutivos (1993 a 1996).

“La hierba es una superficie muy difícil. No es fácil, si no vas con la mente abierta. Si aceptas esas cosas y estás de acuerdo, mejorarás cada vez más. Así fue un poco cómo sucedió”, recordó.

En semifinales

Con esa “mentalidad abierta”, encaró a los mitos de la hierba de Londres en 1994. Igualó la semifinal del año anterior y se enfrentó a la estadounidense Lori McNeil.

A pesar de no ser cabeza de serie, McNeil era experta en hierba. Lo había demostrado al derrotar en primera ronda a la alemana Steffi Graf, cabeza de serie número 1. La batalla con McNeil fue larga, ambas buscaban su primera final de Grand Slam.

“A veces estás en un estado de ánimo muy bueno. Tenía muchas ganas, estaba jugando bien y sumando en cada partido de ese campeonato. Sentía, que estaba bajo mucha presión. Lori estaba sirviendo, voleando y entrando a la red cada vez que tenía oportunidad”, relató.

Pudo vencer en un agotador encuentro y luego de tres sets (3-6, 6-2, 10-8) para anotarse en la final en Wimbledon.

“Creer en ti es una gran cosa cuando juegas un partido”, dijo Martínez sobre lo duro que resultó ser aquella semifinal.

La final

Estaba en la final y en una superficie complicada. Nada se presentaba fácil, además tenía que definir ante la nueve veces campeona de individuales de Wimbledon, Martina Navratilova, a quien admiraba desde chica.

“Jugar contra Martina fue increíble. En tierra batida, la vencí en Roma, fue como unos meses antes de Wimbledon. En realidad, me sentí bastante segura. Estaba realmente muy lista. La superficie estaba bien, porque no llovió mucho ese año", explicó.

Sacó lo mejor de su tenis y de esa faceta de heroína para imponerse 6-4, 3-6 y 6-3.

“Estaba un poco nerviosa, pero no tanto como otras veces, eso me ayudó. Y para cerrarlo, solo creer. Ir a por tus golpes y seguir rutinas, eso fue lo que hice”, destacó.

Salón de la fama

Conchita Martínez está incluida como miembro del Salón Internacional de la Fama del Tenis. La ceremonia se pospuso hasta el próximo verano, donde estará otro invitado de lujo: El croata Goran Ivanisevic, campeón de Wimbledon en el 2001.

“Estar en el Salón de la Fama es un gran logro. Con tantos nombres increíbles, va a ser muy agradable. Estoy deseando que llegue el día de la ceremonia”, deseó.