La batalla de las cabezas de serie dos y cinco, se resolvió tras una hora y 52 minutos. Svitolina (2) resistió, se apoyó en su experiencia para desbaratar el intento de remontada de la joven kazaja y consiguió el decimoquinto título individual de su carrera, el cuarto en tierra batida.

La final, que comenzó después de más de dos horas de retraso por el mal tiempo, se jugó en una llovizna persistente y 10 grados de temperatura.

Elena Rybakina (5) causó muchos dolores de cabeza a la campeona antes de dar el brazo a torcer.

Svitolina, de 26 años, estuvo conectada para llevarse el primer set con un quiebre, que luego defendió con uñas y dientes.

En el segundo set, Rybakina arrasó con sus golpes ganadores, abrió una brecha en la defensa de Svitolina y redondeó un 6-1 contundente para definir en la tercera manga.

Con rebosante entusiasmo, Rybakina (21 años) consiguió cuatro puntos de quiebre al comienzo del tercer set. Svitolina supo comportarse, ante una adversaria menos experimentada.

Rybakina comenzó a alternar excelentes golpes, pero también encadenó errores increíbles, además fue empujada a tomar muchos riesgos por una Svitolina, centrada y muy sólida en defensa.

La kazaja, tras salvar dos puntos de quiebre y llegar al 2-2, consiguió sólo tres puntos en los siguientes cuatro.

El espléndido contraataque de Svitolina y un largo revés de Rybakina decidieron el último punto a  un juego de calidad, en casi todo su desarrollo.

Punto de inflexión

Svitolina cometió solo 23 errores no forzados, en comparación con los 34 de su rival, mientras salvó ocho de los diez puntos de quiebre que enfrentó.

El punto de inflexión fue en la apertura del set decisivo, en el que la campeona salvó cuatro puntos de quiebre sucesivos, antes de asegurarse el título y el partido, que le sirve para encarar con alta moral su participación en Roland Garros, que comienza este domingo 27 de septiembre en París.

“Realmente me dio confianza volver al partido. El segundo set fue un poco unilateral. Me dio esperanza y una mejor sensación al comienzo del tercer set”, dijo la campeona tras el partido.

Sobre el retraso por el mal tiempo en Estrasburgo, la ucraniana dijo que “no fue fácil, pero es lo mismo para todos. Hay que adaptarse rápidamente. Era importante salir, jugar mi juego y no pensar tanto en eso”.

En dobles

En la final de dobles, las principales sembradas Nicole Melichar (EE.UU) y Demi Schuurs (Holanda) necesitaron solo 67 minutos para capturar su primer título como equipo. Las campeonas superaron a las cabezas de serie No. 4 Hayley Carter (EEUU) y Luisa Stefani (Brasil) por 6-4 6-3.

Con público

Estrasburgo fue uno de los primeros torneos en reanudarse con espectadores. La capacidad máxima se estableció en 2.200 aficionados en todo el predio de competición. En la pista central estuvieron durante la final 1.700 espectadores.