Roger Federer regresó a la acción en su superficie predilecta: el césped. Sin embargo, no ha mostrado una buena versión en sus dos partidos y el miércoles lo pagó caro. Quedó eliminado frente a Félix Auger-Aliassime por 4-6, 6-3, 6-2 en la segunda ronda en Halle, en donde ganó 10 títulos.
Sus gestos dentro de la pista no fueron los habituales, ya que se lo vio cabizbajo, como decepcionado con él mismo, y con un semblante preocupante. Lo llamativo fue que Federer hizo esperar dos horas a los periodistas antes de acceder a la conferencia de prensa. Es decir, que el suizo estuvo más tiempo en el vestuario que en la cancha.
"Fui muy negativo, que no es normal en mí. Mi actitud fue mala, no estoy orgulloso de ello. Eso fue decepcionante. Lo bueno es que sé lo que no tengo que hacer la próxima vez", explicó el helvético.
Al ser consultado sobre si disputará Wimbledon, respondió lo siguiente: "No quiero tomar ninguna decisión tonta. Quiero ser positivo y mirar para mi próximo objetivo que es Wimbledon. Mis planes ahora son volver a Suiza y tenemos tiempo para discutir cuál es el mejor plan ahora, tengo tiempo para decidir cuáles son los próximos pasos".
-
¿El problema pasa por lo físico?
La falta de movilidad en el último parcial generó ciertas dudas en torno a si había sufrido algún paso atrás en su recuperación en la rodilla, donde se sometió a una doble operación durante el año pasado.
"El proceso de rehabilitación ha sido un gran desafío para mí. Todo aquel que haya tenido varias cirugías sabrá de lo que estoy hablando. Las cosas no son sencillas nunca más y esa es mi mayor preocupación", declaraba el suizo.
Luego, tranquilizó a todos los periodistas y explicó por dónde pasa su problema: "Me sentí decepcionado en la forma en la que me sentí en pista, por cómo iban yendo las cosas, de que no estoy teniendo un buen rendimiento y todo eso".
"Si miras los 1500 partidos que he jugado en mi carrera, estas cosas pueden ocurrir. Lo bueno es que sé que no me volverá a ocurrir la próxima vez que esté en pista", aseguró el suizo que se siente confiado en cuanto a su juego.
