Elena Rybakina nació en Moscú, Rusia, 23 años atrás. Hace cuatro temporadas adoptó la nacionalidad kazaja y la semana pasada hizo historia al coronarse campeona de Wimbledon en el césped de Londres, tercer Grand Slam de la temporada, en cuya final se impuso a la tunecina Ons Jabeur por 3-6 6-2 y 6-2.

La campeona rechazó cobrar una bonificación extra de la Federación de Tenis de Kazajistán, su país de adopción. A cambio, pidió a la dirigencia que canalicen ese dinero hacia el desarrollo de jugadores junior y para mantener refugios de animales en el país.
Rybakina obtuvo la victoria más importante de su carrera  en Londres cuando venció a la tunecina Ons Jabeur y se hizo con su primer título de Grand Slam representando a Kazajistán después de cambiar la nacionalidad rusa antes de cumplir 20 años.

Eludió la prohibición

La decisión de nacionalizarse kazaja hace algunos años, la ayudó a eludir la prohibición de Wimbledon 2022, que vetó la participación de jugadores de Rusia y Bielorrusia por una guerra que enfrenta a Rusia y Ucrania desde finales de febrero de este año.
En lugar de agrandar sus finanzas después de su  hazaña en el Major de hierba, Rybakina le dijo a la Federación de Tenis de Kazajistán que cualquier bono financiero sea gastado en lo que ella considere.
“En primer lugar, me gustaría ayudar a los junior, la mayor parte del dinero será para ellos”, dijo la tenista en conferencia de prensa, citada por Astana Times.
“La transición de la carrera juvenil a la adulta es muy difícil. Aparte, debes tener un buen equipo a tu alrededor, no todo el mundo es capaz de seguir a nivel profesional y solo unos pocos llegan a lo más alto", aseguró.
“El segundo punto importante para mí, es que estuve en el refugio de animales y me conmovió mucho, así que me gustaría destinar dinero para el refugio de animales”, destacó.

No se arrepiente

Se ha hablado mucho sobre su cambio de nacionalidad durante las últimas semanas. La hoy estrella nacida en Moscú, que aún vive en Rusia, tuvo una oferta del tenis kazajo, que se comprometió a apoyarla financieramente y brindarle entrenamiento de alto nivel.
Rybakina dijo con firmeza que no se arrepiente de haber adoptado a Kazajistán como su nuevo país.