Los problemas físicos han sido un continuo lastre para la tenista canaria Carla Suárez, que no ha tenido un buen cierre de temporada en este 2016. A pesar de mantenerse entre las diez mejores jugadoras de la WTA prácticamente todo el año ha finalizado en duodécima posición, lo que la ha privado de cumplir sus principales objetivos: consolidad su entrada definitiva al top ten y disputar su primera WTA Finals de Singapur (al no quedar entre las ocho principales tenistas).
Su lesión en la muñeca derecha hizo encarecer su rendimiento, aunque al haberse producido escasos torneos antes de poner el broche definitivo, le permitirá una próspera recuperación para darlo todo en Birsbane a principios de 2017.
Optimismo no le falta, y esa es una de sus principales armas. Al fin y al cabo, este ciclo no ha sido malo del todo, ya que ha logrado su segundo torneo como profesional en el Abierto de Doha (Qatar). También ha mejorado sus intervenciones en los Grand Slam, accediendo a octavos de final en Roland Garros, el US Open y Wimblendon, y a cuartos de final en el Abierto de Australia (algo que no sucedía desde 2009). Además, ha conseguido situarse en la mejor posición de la WTA desde su entrada al circuito.
Discontinuidad y poco fuelle
La disputa de las semifinales en Brisbane con la que acabaría siendo número uno del mundo a final de temporada, Angelique Kerber, aportaban buenas sensaciones a una Carla Suárez cómoda sobre el terreno de juego con altas expectativas. Adentrarse pronto entre las diez mejores tenistas de la WTA era una de las prioridades del año y parecía factible. El Australian Open se presentó viable hasta cuartos de final, y tras unos pequeños baches se proclamó campeona de su segundo título WTA en Doha (Qatar).
A partir de ese momento, los dieciseisavos de final fueron una norma durante parte de la temporada de pista dura y la de polvo de ladrillo hasta el French Open. En la de césped se produjo una tregua con las rondas en Birmingham, pero en Wimbledon Serena Williams volvió a frustrarla en dieciseisavos de final.
En las Olimpiadas de Rio de Janeiro tuvo como verdugo a la estadounidense Madison Keys. Aunque logró igualar el partido en la segunda manga, acabó sucumbiendo en el tercer set por un triple 6-3. Cincinatti, Montreal, el US Open, Tokio, Wuham y Moscú alargaron la tendencia de dieciseisavos de final, aunque su paso por Linz dejó un buen sabor de boca arañando las semifinales ante Dominika Cibulkova.