Terminó el Clásico Mundial de Béisbol, un torneo que desde sus inicios tuvo sus altos y bajos, pero en esta edición, los resultados, la pasión y las sorpresas fueron algunos de los elementos que permitieron que éste evento brillara en el mundo entero.
Estados Unidos respondió al llamado
La selección de las barras y las estrellas demostró que es un fuerte en el Clásico, logró su primer campeonato en la cuarta edición de la mano del experimentado Jym Leyland, ex manager en Grandes Ligas con los Tigres de Detroit y Marlins de Florida.
Estados Unidos venció a los dos países que marchaban invictos en el Clásico (Japón- semifinal y Puerto Rico- final).
Los americanos mostraron un buen béisbol en el transcurso del torneo, sobre todo en defensa y relevo. Adam Jones, fue la principal figura de los campeones, respondió tanto ofensiva como defensivamente, sino, pregúntenle a los dominicanos sobre el juego de segunda ronda. Pese a no contar con todas las estrellas como Mike Trout, Bryce Harper, Clayton Kershaw, entre otros, los dirigidos por Leyland cumplieron el objetivo de llevarse los máximos honores.
Pasión, diversión y entrega, eso es Puerto Rico
Los boricuas estuvieron a un paso de ser campeones, al igual que en el 2013, los puertorriqueños llegaron segundos en el Clásico y se quedaron, otra vez, con la espinita. Pero no todo fue malo, Puerto Rico llegó a la final invicto y llevando la pelota caribe a su máxima expresión.
Con un veterano y futuro manager de Grandes Ligas, Yadier Molina y las perlas juveniles como Carlos Correa, Javier Báez y Francisco Lindor, los de la isla del encanto se gozaron el torneo con batflips, perreos y mucho más.
Destacable el campo corto de los Astros de Houston y tercera base en la selección, Carlos Correa, fue la sensación en el clásico con una defensiva perfecta y una respuesta eficaz al momento de batear.
El plátano power se quedó corto
El campeón de la edición del 2013, República Dominicana, no logró mantener un buen rendimiento y quedó eliminado en segunda ronda por los ahora actuales campeones, Estados Unidos. Los dirigidos por Tony Peña, como costumbre llevaron un equipo de sueños, caballos en todas sus posiciones, abridores y relevistas estelares formaron un talento prometedor. Jugadores como Manny Machado, José Bautista, Robinson Canó, no lograron repetir lo vivido ante Puerto Rico en 2013.
Colombia e Israel, selecciones que prometen
Sin duda los países que robaron corazones e impresionaron a la fanaticada fueron colombianos e israelís, llegaron como las cenicientas en sus respectivos grupos y terminaron siendo una piedra en el zapato para las demás selecciones, en especial Israel que clasificó como primeros de grupo e invictos.
Por otra parte, los colombianos demostraron que su béisbol va en crecimiento, pese a contar con un manager joven pero experimentado, Luis Ureta, supo dirigir a su equipo haciendo que americanos y dominicanos tuvieran que llegar a extra innings para poder ganarles a los cafeteros. Colombia demostró un buen picheo abridor con sus máximas estrellas, José Quintana (Medias Blancas de Chicago) y Julio Teherán (Bravos de Atlanta).
Venezuela tendrá que seguir esperando
Los vinontintos nuevamente se quedaron cortos en el Clásico, los dirigidos por Omar Vizquel no lograron cumplir su objetivo de ser campeones, situación que buscan desde la primera edición y que en el 2009 fue la más cerca, cuando llegaron hasta semifinales cayendo ante Corea del Sur.
Más de 20 carreras recibidas en primera ronda y un porcentaje de 2 jonrones recibos por cada juego, fueron los datos que jugaron en contra.
Deficiencia en general del picheo, errores de rutina, mal corrido de bases, fueron los principales actos que dejaron fuera a los criollos en el Mundial. Además de ello, las lesiones también dijeron presente en el dogut venezolano, afectando al receptor Salvador Pérez, Martín Prado, Silvino Bracho, Miguel Cabrera, entre otros.
Venezuela, ya clasificada para la quinta edición en 2021, deberá buscar nuevas promesas debido a que para esa fecha ya no contara con sus principales figuras.
Un torneo que pica y se extiende
Desde el 2006, el Clásico es un torneo que poco a poco ha evolucionado, esta edición demostró que si hay importancia por disputarlo, pero hay cosas que mejorar de cara al 2021.
La utilización de la repetición debe estar permitida desde la primera ronda hasta el final, es de mucha importancia para cada juego. Hubo mucha crítica con respecto al arbitraje, sobre todo en los juegos del grupo C y D.
Asimismo, se debe recurrir otro mecanismo para definir los equipos empatados que jugarían el juego extra, la fórmula del Team Quality Balance (TQB), debe ser más clara y precisa, puesto que la situación vivida en el grupo D fue crítica.
Con todos estos elementos corregidos para 2021, sin duda alguna el Clásico Mundial de Béisbol tomará un puesto firme a nivel internacional, haciendo que todos los peloteros se motiven y sientan ese orgullo de representar a su nación.
