Los ingleses suelen llamar a los juegos que llevan a cabo el 26 de diciembre “partidos de boxing day”, en referencia a la añeja tradición británica en la cual los ricos ofrecen comida a los pobres. Para el americanismo, aún cuando el tiempo se empeñe en borrarlo, es también un día memorable, que bien valdría condecorar con un nombre a la altura de la gesta lograda, pues un 26 de diciembre de 1926, América cerraba uno de los años más extraordinarios que jamás haya tenido la institución.

Ese día, tras empatar con el España a 2 tantos, el equipo dirigido por Percy Clifford acumulaba la increíble cantidad de 28 partidos sin derrota en la fase regular de los campeonatos de liga, llamados en aquellos ayeres Campeonato de Primera Fuerza. Además solo había sufrido 1 descalabro en sus últimos 31 juegos ligueros, tomando en cuenta las series finales disputadas ante el Asturias. La cifra es aún más impresionante si revisamos que, de aquellos 28 juegos, ¡20 se saldaron con victoria para los Cremas! Incluyendo goleadas por 6-1 al México, 7-1 al Aurrerá o 10-0 al Germania. Una verdadera proeza para el joven club americanista, que se extendió un partido más a principios de 1927, antes de perder contra Necaxa después de más de 2 años.

El 26 de diciembre América lograba, además de su larga racha invicta, un año natural en el que no había perdido ninguno de los 13 juegos de fase regular que disputó, y solo había caído en el partido de la serie final frente al Asturias, mismo del cual pudo reponerse en el partido definitivo. En aquel equipo destacaban jugadores como De la Garza, Terrazas, Garza Gutiérrez “Récord”, Heyder y Cerrilla. Esos hombres fueron los pilares para obtener, en ese lapso de 28 juegos invictos, los primeros dos títulos de liga para institución.

Para darnos cuenta del tamaño de la hazaña de aquellos jugadores, basta decir que esa marca se mantiene vigente en la actualidad, y que solo ha sido acechada en dos ocasiones por distintos cuadros americanistas; el de la temporada 70-71 / 71-72 y el de los torneos Apertura y Clausura 2005. El equipo comandado por José Antonio Roca, comenzó el 25 de abril de 1971, en la fecha 22 de la temporada 1970-1971, una racha de 22 partidos invictos en temporada regular, misma que se extendió hasta, curiosamente, el 26 de diciembre de 1971 cuando se jugaba la fecha 9 de la temporada 1971-1972. También lograron inquietar la racha, las Águilas de Mario Carrillo, quienes acumularon 22 juegos de fase regular sin perder, desde el 27 de febrero de 2005, fecha 7 del Clausura 2005 hasta el 1 de octubre de ese mismo año, en la jornada 11 del Apertura 2005. En ambos casos el récord quedó aún lejos.

Cuenta los cronistas de aquella época que no hubo en mucho tiempo un equipo que jugará igual de bien que los dirigidos por Clifford. Aquel equipo, extraordinario como pocos, se convertiría en cuatro veces campeón del torneo de liga (1924-1925, 1925-1926, 1926-1927, 1927-1928), además de representar a México en varios partidos de corte internacional. Ese América forjó una de las dinastías más importantes del futbol mexicano, dejando a su paso varias marcas para el club, que a casi cien años de distancia perduran en el tiempo.