La imagen de Cuauhtémoc Blanco festejando sobre el césped un gol ante un Ricardo Lavolpe con mirada infernal marcó la rivalidad entre América y Atlas. Fue el clímax de una enemistad entre 2 de los personajes más polémicos del futbol mexicano.

El pleito entre Blanco y Lavolpe tenía antecedentes.

El joven Blanco había sido dirigido por Lavolpe en el América, con algunas fricciones entre ambos. La más recordada fue la bronca que el argentino le echó en cara al tepiteño tras la derrota en el clásico por 0-5. Lavolpe recriminó al canterano que no hubiera entrado de la mejor manera en el 2º tiempo. Blanco, fiel a su costumbre, le replicó el trato déspota que tenía con los jugadores.

En 1999 ambos personajes se recontraron. Cinco veces se vieron las caras América y Atlas en aquel año y en cada una de ellas el pique fue creciendo. La 1º batalla terminó con una gresca que detuvo el partido durante 8 minutos. En el 2º round hubo patadas al por mayor, resultando expulsado Damián Álvarez. Como buenos boxeadores, el 3º episodio elevó la intensidad del combate, pues el 'Temo' marcó un gol y estuvo provocando a los muchachos de Lavolpe.

En el mediotiempo intercambiaron insultos, mientras eran separados por compañeros.

Lo mejor estaba por llegar. Águilas y Zorros se enfrentaron el torneo Pre Libertadores en el Estadio Azteca. Cuauhtémoc, cobijado por su gente, anotó el primer gol esa noche. No se hicieron esperar los dimes y diretes entre el americanista y el entrenador.

Comenzando el 2º tiempo Cuauhtémoc anotó nuevamente. Ahí sobrevino el icónico momento. El 'Temo' fue a recostarse sobre el pasto el clara señal de burla ante la fúrica mirada de Ricardo Lavolpe. Un golpe de KO que terminaría tumbando a los 2. Cuauhtémoc se perdería un Mundial y Lavolpe la oportunidad de contar con un crack en una gran selección.

Como colofón a esta rivalidad, el último partido del año supuso otro incidente. Esta vez el timonel rojinegro no fue protagonista, pero sí Cuauhtémoc, quien al final del duelo se enfrentó con un aficionado que ingresó a la cancha para agredirlo. Los 7 goles que el '10' americanista le había anotado al Atlas ese año y los festejos provocadores, levantaron el odio entre los aficionados tapatíos.

Aquella rivalidad esta ya en la galería de momentos imborrables del futbol mexicano. Más que un festejo, se trató del choque entre dos formas de entender el juego. De un lado un irreverente Cuauhtémoc Blanco, capaz de burlar a cualquiera sin mediar consecuencia. Del otro, un técnico abstraido por la idea de imponer sus ideas, sin importar quien estuviera enfrente. Una mezcla explosiva cuyo estallido le acabó costando a México la esperanza del 5º partido.