La historia entre Pumas y Santos tiene pocas hojas escritas. Sin embargo, no por ello dejan de ser importantes o memorables. En una de esas páginas están los jugadores que se han hecho felinos y laguneros. Es imposible no pensar en Miguel España, Olaf Heredia o más recientemente en Eduardo Herrera o Daniel Ludueña. Pero ellos no fueron los únicos.

Carlos Cariño nació un 21 de Octubre de 1977 en Oaxaca. Con un metro y 66 centímetros de estatura, debutó con los Pumas en la temporada 95-96 cuando los felinos visitaron a Veracruz. En ese encuentro, los auriazules perdieron un gol por cero, pero la carrera de un joven futbolista comenzaba. El torneo lo acabó con 14 partidos disputados, en los cuales fue titular en seis y aunque no anotó gol, puso una asistencia.

Con Pumas, Cariño permaneció hasta el torneo Verano 2000. En los nueve torneos posteriores al de su debut, jamás disputó menos de 15 encuentros pues con los felinos ya estaba afianzado en la titularidad. Fueron 147 encuentros los que disputó con la casaca de la UNAM. En ellos, anotó dos goles, puso tres asistencias, recibió 31 tarjetas amarillas y sólo una roja.  La primera anotación de este mediocampista se dio contra Santos en el Invierno 97.

Es la playera de Santos la que más veces vistió Carlos. Su llegada a la comarca se dio en el Invierno 2000. Fueron 251 encuentros los que Cariño jugó con los Guerreros. En ese lapso, anotó cinco goles, puso tres asistencias, recibió 80 tarjetas amarillas y cinco rojas. Es importante señalar que con esta escuadra, el surgido en Pumas ganó sus únicos dos trofeos: una liga y una InterLiga. La primera fue en el torneo Verano 2001 cuando los Laguneros alcanzaron su segunda estrella al derrotar cuatro goles a tres a Pachuca en el marcador global. La segunda, fue en el 2004 y se dio después de derrotar al Atlas en la final vía penales.

Cariño jugó hasta el torneo Clausura 2007 con Santos. Después de eso, Veracruz fue su última casa en primera división. Al dejar el puerto, la Liga de Ascenso lo recibió y pasó por Mérida, Tijuana, Atlante UTN, Neza y Pumas Morelos, escuadra en la que terminó su carrera en el Clausura 2013.

La tarea de un mediocampista generalmente pasa desapercibida porque no es quien mete o ataja balones. Sin embargo, su función es muy importante pues es el eje de todo un equipo. Cariño será recordado por ser aguerrido, por pelear cada balón y hacer todo eso sin acaparar los reflectores.