A menos de un mes para empezar el Apertura 2019, Necaxa sigue sorprendiendo a propios y a extraños. Con la reciente venta de Fernando 'Oso' González ya son 11 bajas las que tienen; en su lugar, hasta el momento, solo han llegado cuatro refuerzos.

Por el momento, el fichaje de Angulo es el que mejor fue recibido por la afición, mientras que los otros dos son una incógnita y el retorno de un activo que no tuvo participación regular el certamen pasado hacen creer que se sufrirá como en la gestión de Leaño al frente del equipo.

Se repite la tendencia: comprar barato y vender caro, una constante que en los Rayos parece ser su filosofía. Con las ventas que hicieron desde que ascendieron, han diseñado un plan sólido de ingresos, que es muy importante para tener un equipo de Primera División y que no han podido encontrar en otros medios, como por ejemplo, los consumidores finales. No vamos a entrar en temas tan rebuscados últimamente, donde la afición culpa a la directiva de que no hay un proyecto sólido en Aguascalientes, mientras que los dirigentes no ven la respuesta de los seguidores necaxistas, sea cual sea la estrategia.

Aquí es donde siempre entra a la ecuación la pregunta: ¿qué fue primero: ¿el huevo o la gallina? Si la directiva tiene primero que tener un equipo sólido o si la afición debe de responder para que eso ocurra.

Necaxa sigue armando un plan que pueda hacer que tanto directiva como afición estén en sintonía. Un equipo de futbol no es nada sin su gente, pero mientras llegan a ese punto siempre habrá motivos para no estar de acuerdo en ambos bandos. A estas alturas, con Guillermo Vázquez seguro en el timón para el Apertura 2019, aún no se ven ni pies ni cabeza del nuevo equipo.

El tiempo corre, los refuerzos restantes deberán de aparecer pronto, puesto que el plantel ya se encuentra en trabajo de pretemporada y se necesitarán todas las piezas completas para encarar el futuro.