Los Rayos del Necaxa empataron nuevamente en casa, ahora ante los Pumas de la UNAM, con el marcador final de cero goles. Lo cual ya no es una novedad, empatar en casa y más, siendo a cero. Lo lamentable es la poca productividad y el excesivo uso de Marcelo Barovero.

Barovero sigue siendo la clave para no perder

Ojalá también haya uno del que podamos decir que es la clave para ganar, pero mientras no se concrete o peor aún, no se genere, seguiremos esperando. Además Marcelo sigue salvado semana a semana al cuadro rayado. Para eso está, nadie lo niega, pero abusan de confianza sobre los hombros del argentino.

Sólo dos tiros a gol

No puedes ganar un partido sí sólo generas dos disparos con dirección al marco. De nada sirve tener el balón, sí tu productividad con él es mínima. A expensas del tiro de González y el de Isijara, no hubo algún otro con dirección al marco de Zaldívar.

La banda derecha una avenida

Sí algo hizo mal Necaxa, fue defender, y más por el costado ‘defendido’ por Beckeles, quien se convirtió en la avenida más grande de Aguascalientes, permitiendo que Jesús Gallardo entrara al área las veces que quiso. El ataque unamita se recargó por esa banda una y otra vez.

Poca resistencia en mediocampo

Necaxa tuvo más tiempo el balón, pero no supo que hacer con él. Pero es lamentable que cada vez que se perdía, los ataques visitantes eran de predicamento, con contragolpes a velocidad, donde hacían ver mal el aparato defensivo de Necaxa.

La clave está en la creación

Ya debería estar adaptado Matí Fernández, y acoplarse bien con Dieter Villalpando o Jesús Isijara, pues se supone que estos son los creativos de los Rayos, o al menos, eso suponemos, quienes deben cargar con la responsabilidad de generar opciones de gol.