Un empate, muchos responsables

Godoy Cruz empató el partido dos veces y rescató un empate en un partido complicado.

Un empate, muchos responsables
Vélez no aprovechó el bajón de Godoy Cruz. Foto: canchallena.lanacion.com.ar
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Por Matías Serkin

Fue un empate en Mendoza que dejó más conforme a los locales. Godoy Cruz, aunque no venía bien y la necesidad de ganar era imperiosa, rescató un punto en un partido cuyo panorama no lo mostraba como ganador. Vélez sencillamente no supo ganarlo y ahora padecerá las consecuencias durante toda la semana.

En el primer tiempo, el equipo visitante fue superior. Ya había avisado antes del gol con un remate de Rolón por arriba del travesaño y un remate desde afuera de Villalba que se estrelló en el mismo palo. También el tomba visitó el arco rival. Pero a los 19 y tras un pelotazo de Cardozo, Caraglio peinó la pelota para que Pavone, con oficio de delantero, puso el uno a cero. No conforme con estar ganando, Vélez se animó a más y pudo haber aumentado la diferencia. En los mendocinos, la esperanza era Ferández, imparable y en todo su esplendor.

Para la segunda parte, el equipo local salió decidido a dar vuelta la historia. A los 4, Pitana entendió que hubo infracción contra Mercado y sancionó el correspondiente penal. Inexistente la falta pero nada se podía ya hacer. Fernández lo desperdició, Aguerre adivinó el palo y el marcador seguía mostrando al fortín dueño del cotejo.

Parecía que Godoy Cruz se había quedado sin ideas, pero a los 13, Ayoví y Fernández armaron una jugada y el delantero igualó el juego.

El desorden predominó en los jugadores de Vélez y el local estaba mejor parado en la cancha, pero otra vez Pavone, a los 22 y luego de un rebote propinado por Rey por un disparo de Caraglio, marcó el segundo de los dirigidos por Miguel Russo.

Los dirigidos por Oldrá se empecinaron en empatar de vuelta el partido. A base de actitud y esfuerzo, aunque con poco orden, el objetivo se alcanzó. A los 38 salió mal Aguerre a cortar un centro y después de un primer cabezazo, Ayoví marcó el dos a dos definitivo en Mendoza.

Quedó una más, la de Caraglio. Egoísta, definió mano a mano frente al arquero que, de manera impecable, evitó la tercer caída de su arco.

Le duele en el alma a Vélez este empate y el torneo cada vez más le demuestra la incoherencia de los resultados. Cuando merece perder, gana y cuando la situación amerita que se vaya victorioso, el fortín empata o pierde. Otra vez no pudo cantar victoria fuera de Liniers.