La noche es gélida en Viña del Mar. Las renovadas butacas del Estadio Sausalito, pintadas de amarillo y azul, contrastan con el clima que impera en la ciudad. A pesar de las bajas temperaturas, la adrenalina que corre en el cuerpo de cada jugador de México y Bolivia al momento en que entonan sus respectivos himnos nacionales amedrenta cualquier frío corporal.
La pelota rueda y, con ella, comienza la alegría de la Copa América en el puerto en Viña del Mar. Mas no tardaría mucho en volver a su estado normal.
Enrique Cáceres hacía sonar su ocarina al tiempo que México embatía constantemente el arco rival, aunque sin éxito. Las primeras oportunidades de gol corrían bajo los tachones de Matías Vuoso y Jesús Manuel Corona. Las tendencias cambiarían al minuto 13'; enganchando hacia dentro, el ataque boliviano cimbró el poste derecho de Corona.
El transcurso del primer tiempo mostró claramente la máxima que imperó en el discurso de Mauricio Soria: asfixiar al Tecatito. Las piezas bolivianas coparon el sector izquierdo obligando así al volante que milita en Holanda a buscar suerte en el otro extremo. Entre más tiempo transcurría, la presencia de México disminuía siendo Bolivia el equipo que no logró anotar al 42' por el factor Corona.
Como te vi, regresaste
Únicamente hubieron indicaciones en el camarín. Los cambios de Herrera y Soria se harían esperar para abrir el partido y entretener a los 14,987 espectadores que se dieron cita.
El ingreso de Jiménez por Herrera ocurrió al 58' y minutos después el cambio a petición de Márquez por Aquino cambiaría el dibujo tricolor. El conocido 5-3-2 mutaría en 4-4-2.
Con el 62' en el cronómetro, Marcelo Martins, el hombre gol y guía moral del once andino, colocaría un disparo en la madera. Bolivia se crecía; México se achicaba. En el vaivén del encuentro, las oportunidades aparecerían para ambos equipos. La más clara fue para Raúl Jiménez, quien disparó milímetros desviado.
El tiempo transcurríó y la algarabía de Viña del Mar se esfumó. Una fiesta que prometía ser tricolor terminó por defraudar.