En Cleveland las cosas siguen por el buen rumbo y así lo demuestran los Cavaliers en cada partido que deben disputar. Anoche, en el TD Garden, sus tres mejores jugadores volvieron a ser determinantes para vencer a un duro rival como los Boston Celtics.

Kyrie Irving tuvo una nueva gran velada al concretar 32 puntos y repartir 12 asistencias. El cumpleañero LeBron James se dio un autoregalo al totalizar 23 tantos y 11 pases gol, mientras que Kevin Love cerró su partido con un doble-doble (30- 15 rebotes).
En el local, Isaiah Thomas volvió a ser el mejor jugador y goleador de los Celtics, al convertir 31 unidades, mientras que Avery Bradley contabilizó 23.

Respecto al desarrollo del partido, ambas franquicias se encontraron con un alto goleo durante el transcurso del primer cuarto. Muchas anotaciones y poca defensa para los dos lados. Sobre el final, los Cavs lograron sacar siete de ventaja y cerrar el mismo con el marcador a su favor (25-32).

De cara al segundo, esa brecha de siete se mantuvo hasta el inicio del entretiempo. Gran porcentaje de puntos y dinámica en el juego, concretando un parcial de 34-34, el cual seguía favoreciendo a Cleveland.
En la reanudación de las acciones, los de Tyronn Lue se destaparon al nuevamente ser muy eficaces en la ofensiva y encestaron 34 unidades, mientras que reforzaron la defensa y solamente permitieron que Boston anotará 23, para que la ventaja pasará a ser de 18 (83-101).

En los 12 finales, los Cavaliers se encontraban tranquilos, pero los Celtics no se daban por vencidos y arrasaban con todo el su camino para intentar remontar el resultado. De repente, la diferencia se había achicado a 10, pero con pocos minutos por jugarse. Aun así, lo conseguido en el tercer período le basto a la visita para quedarse con el partido y mantenerse en lo más alto del Este.