Es un secreto a voces que, más temprano que tarde, Carmelo Anthony terminará jugando en Houston. Simplemente es una cuestión de tiempo, ya que el fichaje se hará de forma oficial cuando Melo -quien en las últimas horas fue traspasado por Oklahoma City Thunder hacia Atlanta Hawks- sea cortado por la franquicia con sede en Georgia y de esta manera convertirse en agente libre sin restricciones. Tras este movimiento, el alero firmará un contrato por un año y el mínimo de veterano (2,4 millones) con la franquicia texana.

Cabe destacar que Carmelo no pierde nada con esta operación, debido a que ganará los 27,9 millones de dólares de su anterior contrato más los 2,4 millones extra de este nuevo acuerdo, además de sumarse a un plantel con posibilidades de ganar el campeonato.

Teniendo en cuenta que James Harden y Chris Paul -ambos referentes del equipo y este último amigo íntimo de él- dieron el visto bueno para su llegada, su integración a la plantilla de los Rockets no parece ser un inconveniente dentro del vestuario. Sin embargo, la duda reside en su capacidad de adaptación al famoso sistema denominado “7 segundos o menos” que propone Mike D'Antoni, el cual centra su faceta ofensiva en tres tiradores abiertos a la espera de las decisiones que tomen tanto Paul como Harden y con una defensa muy agresiva.

Si Anthony está dispuesto a resignar protagonismo con el balón, en ataque puede encontrar el contexto perfecto para volver a ser ese tirador tan efectivo de media y larga distancia que solía ser. No obstante, el problema para Houston tiene su epicentro en las salidas de Trevor Ariza y Luc Mbah Moute -fichados por Phoenix Suns y Los Angeles Clippers respectivamente-, quienes con PJ Tucker eran los pilares fundamentales a la hora de defender.

Un pequeño dato para agregar: Melo nunca ha sido un muchacho que se desviva por la defensa, pero también es verdad que los Rockets aún un margen salarial de 3 millones de dólares para fichar algún jugador de rol defensivo. Por el momento se especula que el principal apuntado sería David Nwaba. El ex escolta de los Chicago Bulls está en el mercado como agente libre sin restricciones y podría ser él ese soporte defensivo que tanto necesita Houston, capaz de reforzar a un equipo que ha perdido mucho atrás.

Además de su posible papel en el sistema, se especula que incluso podría tener que aceptar un rol de sexto hombre. Una posibilidad que despertó su risa durante una conferencia de prensa la cual se realizó durante la pasada temporada, cuando aún era jugador de Oklahoma. Otro dato no menor es que Carmelo llega a Houston tras bajar notablemente sus puntos en la pasada temporada, donde promedió 16 puntos por partido a diferencia de los 24 que ha promediado en su carrera.

En principio, esta temporada va a ser una prueba de fuego para ambas partes: para Houston Rockets significará volver a ser capaces de poder disputarle nuevamente el campeonato a Golden State Warriors y para Carmelo Anthony, demostrar que todavía tiene algo más para darle a la NBA. Veremos que prioriza este último, si su ego o el resto de su carrera...

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Sobre el autor
Hernan Moreyra
Periodista deportivo - Escribiendo para la seccion Basquet Argentina.