Los energúmenos que dañan al fútbol nuevamente estuvieron presentes en la cancha de Rosario Central. Pero esta vez no es la primera que ciertos hinchas de este equipo lanzan objetos al campo de juego, sino que es algo que se viene reiterando en el último tiempo, tal cual como cuando sucedió con Orion en la Copa Sudamericana, con Olave en alguna ocasión, y con el Chino Saja cuando finalizaba el torneo anterior, quien no fue impactado por el proyectil que le arrojaron, una botella de vidrio.
Luego del partido, los máximos responsable de la entidad rosarina, Raúl Broglia (presidente) y Ricardo Carloni (vice) se manifestaron en contra de lo sucedido en el día sábado y mostraron su preocupación acerca del hecho. También, tuvieron una reunión con el responsable de seguridad en los partidos disputados en el Gigante de Arroyito, y dijeron que reforzaran los operativos de seguridad en los partidos y tal vez coloquen acrílicos en algunos sectores para que los sucesos de este tipo no vuelvan a suceder.
Pero lo que más preocupa al hincha genuino, al hincha que va a la cancha a alentar a su equipo con su familia y no produce ningún tipo de disturbio, es la suspensión que puede acarrear los actos de estos individuos aislados que arrojando cosas solamente terminan perjudicando a su equipo. La suspensión, según explicaron los dirigentes, rondaría entre 2 y 3 fechas con Central jugando en su estadio pero a puertas cerradas, aunque también expresaron que harán todo lo posible para reducir la sanción al mínimo posible, aunque el panorama es complicado por la reincidencia que tienen los supuestos hinchas en este tipo de actos.
Lo cierto es que ahora el club deberá esperar lo que decida la Municipalidad de Santa Fe. Lo más probable es que Central pierda a su hinchada por los próximos partidos y esperan que, en fin, esta sanción sirva para hacer entender que arrojando objetos al campo de juego contra los adversarios solamente se perjudica al propio equipo.