Matías recuperó su nivel. Aquel que había conseguido hace un tiempo atrás, pero que una lesión le impidió continuar por la senda del ritmo futbolístico. Se levantó, le costó, pero acá está. Un centrocampista todo terreno, que además tiene un plus que pocos saben tener, mentalidad.

El joven del Millo que seguramente será vendido en este año, cuenta con una amplitud de aptitudes abismal. Buen pie, panorama de juego, y ritmo de crack. Un distinto sin lugar a dudas.

En Bahía Blanca, River la tenía difícil pero un bombazo del Pity Martínez le dio respiro al Millo que rescató el empate que tanto busco. En los 90 minutos de juego, se vio a un Kranevitter activo, participativo e inteligente.

River siempre se caracterizó por tener grandes volantes centrales y Krane seguramente quedará en la retina de la nueva generación Riverplatense, como el símbolo de ese paladar negro que tanto le brindó a La Banda.