Cuando en diciembre Nelson Vivas asumió como nuevo entrenador de Estudiantes de La Plata, promovió un par de juveniles para llevarlos a la pretemporada. Entre ellos, se encontraba Santiago Ascacíbar, un cinco de marca que en ese momento tenía 18 años (el 25 de febrero cumplió 19).
Ante la baja de Gastón Gil Romero, quien se fue a Rosario Central, había quedado acéfalo el puesto de quien tendría que acompañar a Israel Damonte en la contención y la casaca número cinco. En el Torneo de Verano apareció Ascacíbar en ese lugar y con la cinco en la espalda. Terminó jugando muy bien, siendo la revelación. Tal es así, que estuvo presente en los tres partidos correspondientes a dicha competencia, inclusive el accidentado clásico frente a Gimnasia donde se fue expulsado.
Por el nivel mostrado, el Ruso arrancó como titular en la primera fecha del Torneo de Transición ante Lanús y no salió más, se adueñó del puesto y jugó los ocho partidos ya disputados del torneo con un rendimiento parejísimo, mucho sacrificio, personalidad y sólo una tarjeta amarilla. Su mejor encuentro fue en el triunfo por 3-0 en el clásico contra el Lobo, donde dio 38 pases correctos, interceptó cuatro y recuperó tres pelotas. Sin embargo, fue una de sus estadísticas más bajas en la competencia.
Vivas se refirió a su momento: "Santiago está teniendo un gran nivel en estos partidos y está demostrando lo que le vimos para incorporarlo al primer equipo".
En una entrevista realizada al programa Entre Copas, que se emite por FM Rockets 103.9, el volante central contó que con Damonte tenían charlas y que le aconsejaba muchas cosas del puesto. Y agregó: "Uno las tiene que tomar porque él es un jugador de mucha experiencia y todo eso sirve". También se refirió al masivo apoyo que tiene de la hinchada pincha: "Lo siento en la cancha a pesar de haber jugado pocos partidos y para ganar ese respeto uno tiene que dar el máximo todos los partidos, no sirve con una solo buena actuación".