Su despedida estuvo lejos de ser la mejor. La derrota por 4-2 en la Bombonera significó la eliminación de la Copa Libertadores y el ex Nacional fue protagonista de la peor manera: falló un penal. Ese fue su último partido para el club de la ribera ya que estaba cerrado su pase para jugar en el Seattle Sounders a partir del momento en que terminara su participación en la Copa, pero dejo parte de su corazón en La Boca. Hablando en A Lo Boca, afirmó que hoy desde Estados Unidos "sigo los partidos por TV, hablo con mis ex compañeros. Fue muy lindo lo que sentí allí."

Además, comparando sus dos años en el club con el resto de su carrera, destacó que "Jugué en muchos lugares del mundo y lo que se vive en La Bombonera es único". A su vez, explicó que "No fue fácil tomar la decisión de irme, sabía que en USA no iba a recibir el cariño que me dieron en Boca". Hoy sigue siendo parte de la selección de su pais, donde se encuentra como escolta de Brasil en las eliminatorias y marcó su primer gol en dos años en el partido del jueves pasado con Venezuela.

Una de las imagenes más recordadas de quien supo usar la histórica 10 hasta que llegó Tevez, fueron sus festejos de gol. Sobre ello comentó que "Festejaba los goles así, porque lo sentía, estaba comprometido con el club porque recibí mucho cariño". Su gol ante River, en el partido en el que entró por la primer lesión de Fernando Gago en el tendón de Aquiles a los 30 segundos del arranque del partido, fue uno de los festejos que más se recordarán de este jugador en su paso por Argentina, que él mismo espera que no sea el último para tener revancha en la Copa y en Boca Juniors.