Después de lo sucedido en la final de la Copa Argentina 2015, donde Boca Juniors se consagró campeón con gran ayuda arbitral, cada vez que Xeneizes y Canallas se vean las caras siempre habrá algún aliciente que le ponga más pimienta de lo habitual a los enfrentamientos, sea en el torneo que sea. Y ayer no fue la excepción.
Tras la eliminación del conjunto de la Ribera de la Copa Argentina actual, donde perdió con Rosario Central después de un año del mencionado 'robo', los equipos se volvían a enfrentar, por la décima fecha del Torneo de Primera División 2016/17. Y si bien los dirigidos por Eduardo Coudet se trajeron un punto importante de un reducto históricamente difícil (con un polémico arbitraje de Darío Herrera), la nota destacada la dio Teófilo Gutiérrez.
El colombiano volvía a la titularidad y lo hacía nada más y nada menos que ante el rival a que más le gusta enfrentar por su confeso amor por River Plate. Se esperaba que fuese un partido especial para el delantero y lo fue, pero con una acción repudiable. Tras marcar el gol del empate no tuvo peor idea que hacerse la banda en el pecho durante el festejo (simulando la franja roja de la camiseta de River), frente a una Bombonera repleta a sabiendas de lo que provocaría segundos después.
Los jugadores de Boca reaccionaron, se armó una gresca en el campo de juego que terminó con las expulsiones de Gutiérrez por el gesto y de Ricardo Centurión por pegarle una patada durante el tumulto. Pero no quedó todo ahí. Una vez finalizado el partido se conoció la noticia de que el abogado porteño Vadim Mischanchuk denunció al colombiano por incitar a la violencia. "Este gesto encuadra en una contravención. Su conducta es una incitación a la violencia, le pido al fiscal que investigue", declaró el profesional en @LibermanOnLine.
De esta manera el fiscal Jorge Ponce accedió a esta denuncia y Teófilo fue citado a declarar antes del viernes, debiendo abonar una multa económica. Una acción totalmente repudiable, que suele pasar en el fútbol y que en esta clase de jugadores es recurrente, más allá de su jerarquía con la pelota en los pies. Un dolor de cabeza para Central, que deberá afrontar este problema en la previa de la semifinal de Copa Argentina ante Belgrano.