Un día como hoy, pero de 1996, un nuevo jugador se anotaba en la lista de goleadores de la historia xeneize por primera vez. Su nombre era Juan Román Riquelme, talentoso enganche de 18 años que había debutado dos semanas atrás ante Unión de Santa Fe.

Aquel 24 de noviembre, Boca recibió en la Bombonera a Huracán en el marco de la fecha 14 del Torneo Apertura. Los once titulares que dispuso Carlos Salvador Bilardo fueron: Guzmán, Cáceres, Vivas, Fabbri; Toresani, Trobbiani, Riquelme, Pompei, Cedrés; Latorre y Rambert.

El encuentro se pintó de azul y oro desde el inicio ya que, al cumplirse el primer cuarto de hora, Julio Toresani abrió el marcador y, pocos minutos después, el Globo se quedó con un hombre menos. El elenco de la Ribera hizo su trabajo y aplastó a su rival. Llegaron las anotaciones de Sebastián Rambert, Néstor Fabbri, Néstor Cedrés y Diego Latorre para estirar la ventaja a cinco goles.

Pero faltaba el broche de oro para cerrar un cotejo magnífico. Faltaba el tanto del pibe que había deslumbrado a todos jornadas antes frente al Tatengue y que se había retirado rumbo al vestuario bajo una lluvia de aplausos y ovaciones.

A ocho del final, Alphonse Tchamí manejó el balón desde la izquierda hacia el centro y se lo cedió a Román. Todo era perfecto para el juvenil: el arco de frente y una defensa que no lo marcaba. Con el ‘8’ en la espalda –casualmente el mismo número que los minutos que restaban-, sacó un remate potente con su empeine derecho que, luego de golpear el palo, se coló en el ángulo derecho de Marcos Gutiérrez.

En ese momento de alegría, que significaba el 6-0 definitivo y su estreno en la red en Primera, Riquelme no se imaginaba lo que le depararía el destino. Un paso exitoso por Europa y grandes actuaciones con la Selección Argentina fueron algunos de sus hitos. ¿El más importante? Ser considerado por la mayoría del pueblo xeneize como el máximo ídolo en la historia de la institución, superando a otros grandes hombres que ayudaron a escribir innumerables páginas doradas.

A lo largo de 388 partidos disputados con los colores de Boca, quien inmortalizara la camiseta número ‘10’, anotó 92 goles y sumó 11 trofeos a su palmarés. Asimismo, en la actualidad posee el récord de ser el futbolista con más partidos jugados (206) en el Estadio Alberto J. Armando, al que bautizó como el patio de su casa.

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