La tarde del año. Desde su regreso, pocos partidos del ídolo xeneize fueron tan buenos como el de hoy. El Apache se puso el equipo al hombro y lo llevó a un triunfo clave para el torneo y para que el público xeneize cierre el año con una alegría enorme.

Carlitos jugó un clásico en el nivel que todos le quieren ver. Cada pelota que tocó fue un golpe para River. El gol de Walter Bou llega tras una corrida individual suya que concluye con un pase entre líneas a lo Riquelme. Y, cuando el ex delantero de Gimnasia definió, su asistidor estaba ya adentro del área esperando el rebote, o una pared.

Cuando el rendimiento de los dirigidos por Guillermo Barros Schelotto decayó, el 10 volvió a aparecer. Esfuerzo para puntear una pelota despejada, sacrificio del hermano del delantero de Racing para devolver la gentileza casi de chilena, y el Tevez que todos conocen. Garra para correr a Augusto Batalla y forzar su error y una definición sin arquero, pero bien ajustada para que ningún defensor Millonario pueda llegar a un heroico despeje.

Y su obra maestra. Corajeada de Ricardo Centurión, que había ingresado desde el banco con ganas de salir en todos lados por lo que hiciera en la cancha y descarga en Cristian Pavón que tuvo su mayor acierto de la tarde. Ante la duda, le dio la pelota al astro azul y oro, que aclaró todo. Derechazo cruzado quirúrgico al ángulo superior más lejano del joven arquero riverplatense. Imposible. Locura azul y oro.

El cuarto gol no tuvo la injerencia directa del ex jugador de la Juventus. Pero el error de Iván Rossi que la peina y deja solo al ex delantero de Racing viene para evitar que la figura de la tarde vuelva a tener la pelota. El gol que no llegó gracias a él, llego por la desesperación de querer frenar el dolor de cabeza que les estaba causando.

Y su tarde pudo ser mucho mejor todavía. Dos pases a Pavón, uno en el primer tiempo y otro en el segundo pudieron haber sido dos asistencias más, pero el joven arquero local, en su debut Superclásico, le quitó la alegría al extremo cordobés.

El partido del Apache será recordado por años. Todo cuestionamiento a su nivel quedó descartado en los últimos tres partidos, tres clásicos en los que su aporte fue incalculable. Esta tarde le puso el condimento que le faltaba a su regreso: un partidazo frente al clásico rival.

Con un jugador en este nivel, el resto del fútbol argentino pelea por el segundo puesto. Boca depende de él y de la decisión que tome en un par de semanas respecto a su continuidad. Los hinchas xeneizes quieren, como dijo Guillermo, "Que los chinos esperen 6 meses". O que se queden con las ganas. Porque la pelota tiene que ir siempre al 10.

El segundo gol de Carlitos