El Lanús de Jorge Almirón apabulló al River de Marcelo Gallardo y se llevó la Supercopa Argentina en los últimos 20 minutos de partido, donde convirtieron Lautaro Acosta, Nicolás Pasquini y José Sand. El Granate demostró que es un equipo que juega de memoria y que sabe cómo hacerlo. El equipo de Gallardo mostró una falta de jerarquía importante en el ataque sin Lucas Alario y un mediocampo, con excepción de Ignacio Fernández, desordenado.

Desde el inicio del partido, River presionó alto y manejo el ritmo del partido y el control de la pelota. Sin embargo, las mejores oportunidades las tuvo Lanús, que apostó a jugar retrasado y contragolpear con la velocidad de sus dos extremos, Acosta y Silva, y la capacidad de aguantar la pelota de Sand. River sufrió la falta de liderazgo ya conocida de Ponzio y a Pity Martínez, quien en cada partido hace, cada tres pelotas perdidas, una de crack. Hoy, esas de crack, no le salieron.

En el segundo tiempo el juego era similar, pero se notaba una cierta desconexión en River que no había tenido en el primer tiempo. Sin duda el equipo extrañó a Alario, ya que la metodología de juego era sacar la pelota y centro al punto penal, pero con delanteros en inferioridad de altura es algo que no sirve. Lanús seguía apostando a la velocidad y el tiempo demostró que hizo bien, porque funcionó.

A los 25 del segundo tiempo llegaría el primero del Granate. Corrida de Silva por izquierda, busca filtrar la pelota entre Casco y Martínez Quarta y un rebote le dejaría la pelota boyando a Acosta, quien remató sin posibilidades de reacción a Batalla. Solo 8 minutos pasarían para el segundo. Román Martínez filtraría la pelota para Sand, quien esperó el ingreso de Pasquini entre los dos centrales. Centro, cabezazo y gol. El partido estaba casi definido, pero faltaba más.

A los 43 minutos Acosta aprovecharía su velocidad y quedaría mano a mano con Maidana y Martínez Quarta, quienes lo derribaron a casi un metro del área, aunque German Delfino decretaría erróneamente penal para Lanús, que José Sand cambiaría por gol. Partido liquidado y Lanús se haría dueño de la Supercopa Argentina 2017.

Este partido dejó a vista de todas las falencias de River. Marcelo Gallardo deberá reinventarse, recuperar a los lesionados y volver a armar un plantel hambriento de títulos, para que su probable último año en River, no sea negativo. La dirigencia también tiene su responsabilidad, debe ir y buscar refuerzos de jerarquía, distinto de esos que hacen la diferencia con suma urgencia. Esta es la tercera derrota de Gallardo en finales, de 9 disputadas y la segunda Supercopa Argentina.