En el centro de la ciudad la fiesta había empezado mucho tiempo antes de que comience el encuentro. Algunos dicen que esos “pequeños detalles" son propios del fútbol, pero los viejos sabios cuentan que en el mundo futbolero festejar antes no sirve, porque los resultados se ven en los 90 minutos de juego.
Finalmente habìa comenzado el partido tan esperado, el que los jugadores debìan jugarlo dejando todo dentro del campo de juego -hasta la vida si era necesario-. Los hinchas que estaban dentro y fuera del estadio 15 de Abril alentaban sin parar -a pesar del resultado- y sin provocar incidentes que perjudiquen al club de sus amores.
De entrada, Uniòn de Santa Fe tuvo la primera llegada al arco, pero la màs clara se vio recièn a los 12' con un fràgil golpe de volea del jugador Mauro Pitton terminando en las manos del arquero sabalero. También las tuvo con Lucas Gamba en dos oportunidades, que fueron impedidas por Germán Conti y luego por Jorge Broun. Los minutos pasaban, y las ideas parecìan no ser tan crismásinas...
En el complemento, los hinchas esperaban que su equipo, sus jugadores, se despierten y den el batacazo que debían dar como locales y más que nada a su eterno clàsico rival. Pero no pudieron, no pudieron salir de esa gran amnesia que tenìan. ¿Cómo puede ser que de un partido a otro se olviden de como jugaron? Fueron todo lo contrario a lo que demostraron contra River la fecha anterior, donde pusieron huevo y garra. El Tate tuvo carencia futbolística y clásica.
Los clásicos son partidos apartes y no importa cuál sea la actualidad de cada uno. Colòn aprovechó cada error que cometió Uniòn por culpa del nerviosismo y ansiedad. Hasta que llegaron los goles del Sabalero: Primero el de Guillermo Luis Ortìz a los 13' y luego el de Luis Yamil Garnier a los 39'.
Para completar, el equipo de Juan Pablo Pumpido terminó con dos expulsados: Manuel Ignacio De Iriondo y Lucas Algozino.
Los clásicos son así, los clásicos no se pierden: SE GANAN; en Santa Fe la ciudad se tiñó de felicidad roja y negra, mientras que en la avenida se quedaron con las manos vacìas en su propio estadio y amargura. Sin embargo, los hinchas Tatengues siguieron con la gran fiesta y con un partido a favor en el expediente.
De todos modos, volverán a verse las caras -esta vez en el Brigadier López- en la fecha número 24. ¿Podrá Unión vencer como visitante y seguir arriba en el historial?