Josué Ayala llegó a Temperley en el último mercado de pases de la mano del ex entrenador Gustavo Álvarez. Esto es así porque en su anterior club, Atlético Tucumán, había jugado durante la temporada pasada solamente nueve partidos de titular (su último duelo jugado en Tucumán fue ante Talleres en el mes de mayo de 2017 porque en la Copa Libertadores atajaba Christian Luchetti). Y era consciente de que iba a ser suplente del Laucha y por eso buscó otros horizontes para conseguir rodaje y hacerse fuerte en otro club.

El arquero de 29 años, llegó al Gasolero y fue parte del once inicial durante los 12 encuentros de la Superliga. Sin embargo, en la totalidad de esos partidos jugadores el Cele recibió 20 goles en su propio arco y en reiteradas ocasiones Ayala se puso el equipo al hombro y con buenas intervenciones colaborando a mantener el arco en cero o a que el rival de turno no aumentara la diferencia en el marcador.

Su mejor participación fue en el duelo frente a Banfield en el marco de la jornada 9: le tapó un tremendo zurdazo al delantero Pablo Mouche y luego extendió su racha positiva manoteando con lo justo un violento remate de Nicolás Bertolo.

Ayala tuvo altibajos, partidos muy buenos que le permitieron convertirse en varias ocasiones en figura, y otros no tanto. Pero igualmente, supo consolidarse bajo los tres palos del Cele y cuando hubo cambio de mando fue ratificado en su puesto. Esto es así porque cuando comenzó la etapa del técnico Gastón Esmerado al frente del equipo, lejos de probar una alternativa en uno de los puestos más importantes (cabe recordar que allí está también Leandro De Bórtoli), lo ratificó titular y en los últimos cuatro encuentros disputados Temperley no perdió y solo sumó tres goles en contra.     

Uno de sus desafíos personales era afianzarse y consolidarse en el Sur. Y lo logró…

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Sobre el autor
Julieta Gómez
Periodista y futura Licenciada en Comunicación.También escribo para el Diario Olé.