La Superliga ya está en su ocaso, y al igual que los últimos dos campeonatos, éste quedará en el olvido en Victoria: apenas tres triunfos en 24 partidos, y un desafío enorme para la temporada que viene, pensando en la permanencia. Asimismo, ni siquiera pudo sumar de a tres fuera del Coliseo José Dellagiovanna en todo este torneo. Sin embargo, el lunes a la noche visitará a un rival que ya no tiene nada por qué pelear en este año: Olimpo.

El Aurinegro hace dos fechas que sabe que el año que viene jugará en la Primera B Nacional, mismo destino anunciado que Arsenal, Temperley y Chacarita, descendidos prematuramente. Para evitar que Tigre sea el próximo en 2019, tiene la obligación de sumar los nueve puntos restantes en la Superliga y hacer una campaña próxima casi de campeón. Visitará en Bahía Blanca a un rival que viene de tres derrotas consecutivas, que perdió 11 de sus últimos 13 partidos y al cual le ganó en su último encuentro en el estadio Roberto Carminatti, por 4-1.

El partido en cuestión se remonta a la 6° fecha del Torneo de la Independencia 2016/17, equipo dirigido por Pedro Troglio. Tigre llegaba a Bahía Blanca sin triunfos en las cinco jornadas anteriores, y con más efectividad que fútbol, goleó al local. Diego Morales abría la cuenta, de cabeza; igualaba de penal Jonathan Blanco; Alexis Castro ponía el segundo de tiro libre. En el segundo tiempo, aprovechando un grosero error defensivo, Sebastián Rincón decretaba el tercer gol y en el ultimo minuto, Oliver Benítez, también de tiro libre, sentenciaba el 4-1 final. Resultado exagerado considerando el contexto, pero goleada al fin que sirvió para tener una mini racha positiva en ese certamen.

Historial muy favorable

Entre B Nacional y Primera División, Tigre y Olimpo jugaron 16 veces, con ocho éxitos del Matador, cuatro del Aurinegro y cuatro empates. De hecho, en la máxima categoría, Olimpo solo le ganó una vez a Tigre (Transición 2014), y el cuadro de zona norte lleva dos triunfos seguidos ante los bahienses.

Otro buen recuerdo

En el Apertura 2007, el primer torneo de la vuelta a la A, el Tigre de Diego Cagna derrotaba a Olimpo (también recién ascendido) en el Carminatti con gol del goleador Leandro Lázzaro.