El Butarque, estadio del Leganés era el lugar propicio para que el Barza retome la senda de triunfos, tras el empate en su estadio ante el Girona el sábado pasado, pero una ráfaga del Leganés entre el minuto 53 y 54 golpeó al equipo azulgrana y no pudo reponerse.

Valverde subestimó al Leganés, hizo retoques en el equipo titular, en sectores sensibles, y le quitó los dos socios a Messi. El técnico de la visita dejó en el banco a Jordi Alba y Luis Suárez para dar entrada a Vermaelen y Munir.

Pellegrino, en su voluntad por encontrar soluciones al frustrante arranque de curso, optó por cambiar el dibujo táctico. La defensa de cuatro pasó a ser de cinco, con un Tarín ocupando el puesto de Siovas. Además Vesga, Óscar Rodríguez y En-Nesyri también se estrenaron como titulares.

Nada de todo esto, ni el planteamiento de su técnico ni el del contrario, pareció afectar a Messi en el inicio del duelo el día que cumplía 700 partidos con el primer equipo barcelonista.

El diez colocaba a sus compañeros, se ofrecía y progresaba con el balón en los pies arrastrando rivales consigo. Así lo hizo en el minuto once, encontrando solo al borde del área a Coutinho en mitad del desconcierto del rival. Controló el brasileño y le pegó de volea lejos del alcance de Cuéllar para adjudicarse un golazo.

Golazo de Coutinho. Imagen: Zimbio
Golazo de Coutinho. Imagen: Zimbio

Pero para Messi, el pase a Jordi Alba y la triangulación con Luis Suárez es esencial y ahí estuvo el fracaso del Barcelona, ya que tuvo una posesión del 78% de la pelota, pero no supo que hacer con ella. La tocaron para todos lados, pero lateralmente y no frontalmente, y esa película Messi, ya la padeció en la Selección Argentina.

Golpeado, amenazado y maniatado por las eternas posesiones de los visitantes, al Leganés solo le quedaba el espíritu de supervivencia si quería escapar. Fue suficiente sin embargo para bracear durante el tramo final de la primera mitad.

Pero aunque el Leganés no tenía la pelota, generaba problemas, por ello desde la derecha Juanfran eliminó al belga Vermaelen y generó un fuerte disparo que terminó obligando a la estirada de Ter Stegen. El arquero alemán antes de irse al descanso debió nuevamente bloquear un ajustado tiro de Oscar Rodríguez, esta vez desde la izquierda del ataque.

El Leganés lo liquida en dos minutos

Tras el descanso, el Leganés comenzó a golpear cuando tenía la pelota la puerta del área del Barça, y fue así que en solo dos minutos de vértigo obtener la ventaja que le permitiría manejar el partido. Porque un pase en cortada de Vesga encontró la subida de Jonathan Silva por la izquierda y el centro de éste encontró la cabeza de El Zhar en el segundo palo, quien empató el partido.

Tras sacar del medio el Barcelona, perdió la pelota y de nuevo se produjo otro envío al área, el mismo generó el error de Piqué, quien despejó hacia el interior del área, encontrando a Óscar Rodríguez, este interceptó el balón sorprendiendo nuevamente al arquero alemán.

Tanto jugar para un lado y para el otro con la pelota, tanta tranquilidad del equipo catalán se convirtió en una locura, Valverde se dio cuenta de su error y volvió a poner en el campo a Suárez, Alba y Malcolm en lugar de Munir, Vermaelen y Dembélé. Pero el Leganés construyó una pared que fue indestructible. El Barça sin espacios para crear, sus intenciones se diluyeron y con ellas los puntos. Segundo aviso en dos jornadas.