La hazaña de 2017

River Plate está a horas de jugarse por un pase a la semifinal de la Copa Libertadores. En la edición del año pasado, remontó una serie memorable contra Wilstermann.

La hazaña de 2017
Nacho, la estrella de la serie: le hizo cinco a los bolivianos en la vuelta (Foto: Yahoo Deportes).
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Por Nicolás Diz

River está en uno de los mejores momentos de la era Gallardo: firme en tres frentes, en el lote de vanguardia en la Superliga, entre los ocho mejores de la Copa Argentina y en cuartos de final de Copa Libertadores, instancia a la que llegó tras haber dejado afuera a Racing Club, y ahora va por el otro grande de Avellaneda, Independiente.

Para ser semifinalista de este certamen (quiere lograrlo por quinta vez en este siglo), el Millonario debe ganarle al Rojo sí o sí (un empate con goles lo dejará afuera) en Núñez, aunque es un objetivo mucho más terrenal que el que tuvo que afrontar en 2017, en la serie de cuartos coperos contra Jorge Wilstermann, el sorprendente equipo boliviano que venía de dejar en el camino a Atlético Mineiro y le dio un buen susto a La Banda: en el partido de ida, en Cochabamba, el Aviador aprovechó la altura y su eficacia para golear 3-0 al elenco de Marcelo Gallardo. Goleado de visitante, sin haber convertido, con goles perdidos insólitos y mucha incertidumbre.

La revancha tuvo lugar en el estadio Monumental, que vivió y vibró con una noche de Copas para la historia: ser testigo de la remontada. Wilstermann desnudó todas sus fragilidades defensivas y River, en su casa, no perdonó. Ya en el primer tiempo dio vuelta el global, con goles de Ignacio Scocco (3) y Enzo Pérez. Si el cuadro boliviano convertía un gol, se quedaba en ventaja, pero nada de eso ocurrió, porque en el complemento River directamente lo aplastó. Terminó 8-0, en una jornada soñada para Nacho Scocco, que en la ida había perdido en la ida perdió una chance insólita abajo del arco. Se tomó revancha anotando cinco goles, pulverizando la marca de Pinino Más de 1970 (que anotó cuatro goles en un partido de Copa Libertadores para River). Ignacio Fernández se anotó una vez e el marcado y la otra gran figura fue Enzo Pérez, que facturó por duplicado y cerró la goleada con una corrida memorable desde campo propio y se la picó al arquero. El Millo no ganaba por ocho desde 1999, cuando la víctima fue Gimnasia de Jujuy.

El tablero eléctrico del Monumental era elocuente: escudo de River con ocho, el de Wilstermann con cero. De 0-3 y estar casi afuera a 8-3 en apenas 90 minutos. El pase a la semifinal se logró, para después Lanús sea el verdugo. Sin embargo, esa noche de la alegría por partida óctuple sigue vigente.

River 8-0 Wilstermann