A lo largo de sus 117 años de historia, River Plate contó con planteles para el recuerdo, gestores de imborrables hazañas y títulos que quedarán para la posteridad. Sin embargo, ni La Máquina de los ´40, ni el equipo de Labruna del ´75, ni el plantel copero del ´86, ni  el arrasador River de Ramón de los ´90 ni Los Cuatro Fantásticos del 2000 lograron una racha tan positiva como la versión 2018 de Marcelo Gallardo, que lleva 32 partidos sin conocer la derrota, habiéndole ganado a todos los grandes en este lapso.

Este año empezó con el pie izquierdo: en la segunda parte de la Superliga pasada, el Millonario arrancó con derrota ante Huracán en Parque Patricios, luego cayó en Lanús (ante una versión ya diezmada del Granate) y más tarde tropezó ante Vélez Sarsfield, encadenando por primera vez seis derrotas consecutivas de visitante en el Profesionalismo. Pocos pensaban que aquel gol de Robertone del 24 de febrero en el José Amalfitani sería el causante último tropiezo de este River mejorado y lúcido, que contrasta notablemente con el inicio de 2018.

La racha empezó el 28 de febrero, en Río de Janeiro, ante Flamengo, en el debut de la Copa Libertadores, partido que ganaba el equipo carioca por 2-1 y que empató con un remate inesperado de Camilo Mayada para poner el 2-2. Desde entonces, La Banda solo ganó o empató entre todas las competencias, tanto a nivel local como internacional, siendo el click la obtención de la Supercopa Argentina en el duelo ante Boca Juniors en Mendoza (en el torneo local, el Xeneize llegó a sacarle 24 puntos de distancia).

Yendo por partes, en este lapso invicto, el Muñeco, que ya empezaba a despertar algunos murmullos, confió en su plantel y en cambiar la cara, tanto a nivel anímico como futbolístico: el Millo resurgió en la segunda mitad de la Superliga pasada, donde llegó a estar en mitad de tabla, y terminó en 8vo lugar, con un lugar asegurado en la Copa Sudamericana 2019, cosa que sonaba a utopía a fines de 2017. Asimismo, terminó primero en su grupo de Copa Libertadores (por encima de Flamengo, Independiente Santa Fe y Emelec), para definir de local la llave venidera. Buen cierre del primer semestre de 2018.

En este lapso, Franco Armani batió el récord de imbatibilidad en el arco de River, con más de 800 minutos sin recibir goles por torneo local.

Luego del fatídico Mundial en Rusia, que tuvo la presencia de Franco Armani en el arco albiceleste tras su enorme actuación en sus primeros meses en Núñez, vino la pretemporada clásica en Estados Unidos, amistosos para foguear juveniles y ningún refuerzo, sabiendo que las arcas del club habían sido usufructuadas fuertemente en los dos mercados anteriores, con las adquisiciones de Ignacio Scocco, Javier Pinola, el propio Armani y sobre todo, Lucas Pratto (más de 12.000.000 de dólares de inversión). Solo se marchó Marcelo Saracchi, vendido al fútbol alemán, y Gallardo confió en Milton Casco, siempre cuestionado, para que vuelva a ser el lateral por izquierda, y el ex Newell´s ha estado a la altura. Con la misma base, el DT potenció a su plantel, preparado para las múltiples competencias de esta parte del año.

La deuda pendiente de Gallardo es ganar una liga local. Tras los subcampeonatos de 2014 y 2017, River tiene el desafío de volver a pelear por el certamen doméstico, del cual es el máximo ganador de la historia (con el agravante de que Boca ganó los últimos dos campeonatos). La Superliga 2018/19 arrancó con cuatro empates y solo un gol a favor. Sin embargo, el cuadro de Núñez se acomodó y encadenó tres victorias seguidas, en las cuales facturó 11 tantos: entre los éxitos, figura nada menos que el triunfazo por 2-0 en La Bombonera, por la fecha 6 del torneo, que eleva a tres años el invicto en cancha xeneize (River no pierde allí desde 2015) y de los últimos cinco Superclásicos en Brandsen 805 por torneos locales, el Millonario ganó tres. Encima, en la fecha siguiente, el equipo suplente vapuleó a Lanús en La Fortaleza por 5-1.

En la Selección Argentina se consolidaron Franco Armani, Exequiel Palacios y Pity Martínez.

Este presente tiene un gusto especial por la campaña en la Libertadores, que es el gran objetivo de cada año. En esta edición, River se encargó de dejar en el camino a los dos grandes de Avellaneda: en octavos de final, caso Zuculini de por medio, jugó ante Racing Club y luego del empate sin goles en el Cilindro, lo destrozó en el Monumental con un 3-0 categórico. Y en cuartos, tocó Independiente, el gigante que estuvo dormido varios años, y fue con otra contundente actuación en el Monumental: 3-1 y pase a semifinales de Libertadores, por tercera vez en cuatro años. River quiere seguir haciendo historia grande en Sudamérica.

Todo esto sumado al gran presente en la Copa Argentina: River obtuvo las ediciones 2016 y 2017, y está a dos partidos del tricampeonato: superó a Central Norte, Villa Dálmine, Platense y Sarmiento de Resistencia para meterse entre los cuatro mejores (de los 'grandes', además del Millonario, solo sigue en carrera San Lorenzo). Por este certamen, La Banda acumula 16 victorias al hilo, sin recurrir a los penales. River necesita ganar está Copa para asegurarse un lugar en la Copa Libertadores 2019 (o jugar la final y que el otro finalista sea el Ciclón). En semis aguarda Gimnasia de La Plata, que dejó afuera a Boca.

Un presente prometedor y que ilusiona a todos los riverplatenses. Gallardo lleva ocho títulos en cuatro años de gestión y va por más, por su exigencia y por lo que representa la institución.  Sin embargo, no puede aflojar en este mes, ya que se viene la serie ante Gremio y el invicto tiene que seguir aumentando su grosor. De la mano del Muñeco, gestor también de invicto de 31 partidos en 2014, hay con qué soñar.