Boca se juega la posibilidad de ingresar a la final del certamen continental más importante de América en el día de mañana. No lo hace desde 2012, cuando dejó atrás en semis a la Universidad de Chile y en consecuencia pasó a la final donde fue vencido por Corinthians. En el 2016, al mando de Barros Schelotto, fue la última vez que Boca había accedido a semifinales y en ese caso perdió los dos partidos con quien luego fue el subcampeón de ese torneo, el humilde equipo de Ecuador llamado Independiente del Valle.

Ahora, en 2018, es Palmeiras el que está enfrente en esta instancia. Y Boca sacó una buena ventaja de local (ganó 2-0 con dos goles de Benedetto), por lo que el planteo del DT va a ser defensivo en este partido de vuelta, al menos de entrada, ya que intentará conservar la ventaja y sacar un empate o en su defecto poder marcar algún gol saliendo de contraataque, esperando que el equipo brasileño se arrime a su área para poder contragolpearlo y agarrarlo mal parado. Por esa razón, para este partido dejará atrás su 4-3-3 tradicional, su común y ultraofensivo 4-2-3-1, y el esquema típico de Boca (4-3-1-2) para utilizar un esquema más enfocado en ocupar y cerrarle espacios al rival (4-1-4-1).

La formación del Xeneize para el pleito de mañana ante Palmeiras será: Rossi; Jara, Izquierdoz, Magallán y Olaza; Barrios; Villa, Nández, Pérez y Pavón; Ábila. El partido se jugará a las 21:45 horas de Argentina, será televisado por la señal deportiva Fox Sports (el tradicional, no el Premium), será jugado en el Allianz Parque (estadio del Verdão) y será arbitrado por el colombiano Wilmar Roldán.