Hoy donde todo debía haber sido una fiesta y en paz, todo se vio empañado por los inadaptados de siempre y lo que debía ser un lindo día para ir al Monumental o juntarse en algún bar quedó todo en segundo plano. Todo comenzó alrededor de las 15.40, cuando el micro que trasladaba al micro del Xeneize sufrió tiradas de botellas de los hinchas de River y también la policía falló a la hora de cuidarlos, debido a esta acción reprimió con gas pimienta y afectó a varios deportistas del equipo visitante. 

Sin embargo, llegaron al Monumental con complicaciones y apenas iban bajando del colectivo habían varios con síntomas de dolores entre ellos: Carlos Tévez, Ramón Wanchope Ábila, Sebastián Villa, Agustín Almendra, Pablo Pérez y Gonzalo Lamardo, estos dos últimos los más afectados y fueron traslados a un hospital cercano. Pérez tuvo un inconveniente en la córnea y Lamardo con un golpe en la frente donde le dieron puntos de sutura. Luego de todo eso y de varias reuniones entre Conmebol y dirigentes de ambos conjuntos, decidieron esperar una hora más aguardar y todo en Núñez era preguntarse que iba a suceder para uno de los encuentros más importantes de este 2018.

Por otro lado, desde el lado de la visita no quiso disputarse en ningún momento porque no contaban con garantías y mientras del lado del Millonario era solidarizarse con su clásico rival y lo que se encontraban a las afueras del estadio habían corridas y peleas con la policía. En las oficinas de Rodolfo D'Onofrio junto a Daniel Angelici y Alejandro Domínguez acompañados de Gianni Infantino evaluaban la posibilidad de disputarlo a las 18 y esperar una hora más de lo que estaba pautado.

Tras esa espera, Lamardo y Pérez volvieron al recinto para estar con sus compañeros y todo parecía indicar que se jugaba hasta Andrés Cunha estaba en el terreno de juego haciendo la entrada de calor. El horario pautado estaba decidido que se dispute a las 19.15 y en el campo de juego salvo Cunha no había ninguno entrando en calor para arrancar la "Superfinal". 

El árbitro "uruguayo" se marchó a los camarines y ya estaba la solución final... donde lo que debía ser una verdadera fiesta quedó reprogramada para mañana y a las 17 horas con público local presente. Por último en la Avenida Libertadores, una vez conocida la reprogramación, los hinchas presentes mostraron sus malestares lo que estaban esperando en la tribuna y en las inmediaciones eran corridas entrando a la confitería del club. 

Otro día, donde los violentos ganaron otra batalla más y son principales responsables de lo sucedido en un día histórico para la AFA.