Los primeros minutos de la semifinal que tuvo a River contra AL Ain de protagonista fueron el más claro anticipo de lo que iba a suceder: A los 2 minutos del primer tiempo, el sueco Markus Breg sorprendió a Armani y a la defensa desviando la pelota tras un córner cerrado para poner al equipo árabe arriba en el marcador. El karma de River y la pelota parada no entiende de fronteras.

Acto reflejo River reacciona desarrollando su juego por la banda derecha y con Pity Martínez a la cabeza, el mismo quién le da el pase gol para que Rafael Santos Borré – que estuvo ausente en la final de la Copa Libertadores – anotó e iguale en tantos el partido. Sólo cinco minutos más, también de la mano del colombiano River se ponía arriba en el marcador.

Hasta ese momento se creía que River iba a lograr llevarse por delante a su rival, pero lograr la ventaja no fue contundente y le faltó precisión.

En el segundo tiempo, a los 51 minutos el brasilero Caio igualó el partido con un golazo, tan bueno como sus jugadas durante el partido siendo la figura más determinante de su equipo que aprovechaba su velocidad para incomodar al dueto Montiel-Pinola.

Tras el empate, Marcelo Gallardo trató de maquillar el aspecto de su equipo con dos cambios: Enzo Pérez y Juan Quintero por Exequiel Palacios e Ignacio Fernández. Si bien Enzo Pérez, al igual que en el partido en el Bernabéu contra Boca, ofreció precisión en un mediocampo que era incierto pero no así el colombiano quien no pudo gravitar como en otros partidos, no pudo ser el as bajo la manga del entrenador.

La oportunidad de River la tuvo en los pies de Gonzalo Martínez, quien malogró un penal reventando el travesaño. Con el penal errado, el Millonario volvió a ser algo impreciso y ya no creó peligro en el arco rival ante un rival que en los 90 minutos fue endeble de mitad de cancha para atrás, pero con velocidad y pelotas paradas preocupó a Armani quien tuvo unas atajadas importantes para llevar el partido al alargue.

Ya sin Pity, reemplazado por Nacho Scocco, y sin su capitán Ponzio, que dejó el campo por Nicolás De La Cruz, River fue más vertical en el primer tiempo del suplementario con más intención de lastimar. No lo duró en la segunda parte donde ya el juego brillaba por su ausencia.

Scocco, Quintero, Pratto, Borré anotaron sus respectivos penales, pero quién no tuvo la misma suerte fue Enzo Pérez cuyo remate terminó en manos del arquero y poniendo punto final a la tanda de penales con un 5-4 a favor del Al Ain que de esta manera clasificó a la final del Mundial de Clubes. Por eso, River jugará por el 3° puesto ante el perdedor de Kashima Antlers-Real Madrid, que jugarán mañana.

River no pierde el partido por pensar en una final con Real Madrid o por la “resaca” de la Copa Libertadores, no logró por mérito propio imponerse ante su rival. River perdió por como jugó River. La frutilla del postre no será el Mundial de clubes, pero los hinchas aún siguen disfrutando el postre que fue ganarle la copa a su clásico rival.