El paso de Franco Armani en River fue en franco ascenso, sobre todo su primer semestre, al haber sido figura en la Supercopa Argentina contra Boca (hoy se cumple un año de esa conquista) y la convocatoria al Mundial de Rusia sin nunca antes haber tenido ni un minuto en amistosos con la Albiceleste. Luego de su experiencia mundialista, los grandiosos números de los primeros meses empezaron a decaer.
En este comienzo de 2019, Armani viene atajando en todos los encuentros, sea por Superliga como por Copa Libertadores, sin el brillo de 2018. En los primeros 11 partidos del año, solo había podido mantener su arco en cero ante Godoy Cruz (4-0) y Racing (2-0) y con 13 goles recibidos, aunque ahora lleva 180 minutos sin tener que buscar la pelota a su arco: Atlético Tucumán (1-0) y Palestino (0-0).
En un Monumental vacío, los ecos de las tapadas del ex Atlético Nacional fueron elocuentes. El equipo chileno defendió el punto pero también fue en búsqueda del arco rival, topándose con el arquero campeón de América. Para Palestino, lo tuvo Luis Jiménez en el primer tiempo, con una gran respuesta del arquero, y en el complemento, Armani se lució ante Véjar en una ocasión manifiesta para la visita, Y como si fuera poco, también evitó lo que hubiera sido un golazo olímpico del Mago Jiménez, metiendo el manotazo justo en el ángulo derecho. Además, el 1 estuvo siempre atento a los envíos del rival tanto por arriba como por abajo. Se mostró firme, sereno y con un envión anímico que necesitaba.
Al finalizar el partido, el arquero manifestó su satisfacción "por llevar dos partidos seguidos con el arco y eso da confianza". Sabe que debe seguir en esta misma sintonía. Ahora, lo espera la Selección Argentina para jugar los amistosos de la fecha FIFA ante Venezuela y Marruecos. Si quiere ser el guardameta en la Copa América en Brasil, deberá tener más noches como la de anoche.