En un encuentro que quedará en la memoria de cada hincha, River Plate apabulló a Atlético Tucumán en el estadio Monumental venciéndolo 4 a 1 y dando muestras de un futbol de alto nivel, adueñándose totalmente del campo del juego, del ritmo del encuentro y encerrando al rival contra su arquero. Sin embargo, pagó caro la derrota 3 a 0 en el Monumental José Fierro del sábado anterior y quedó eliminado en cuartos de final de la Copa Superliga.

Desde el minuto 1, River salió dispuesto a llevarse puesto al Decano y vaya que lo logró. Con Milton Casco, Ignacio Fernández y Matías Suarez en un nivel superlativo y el resto del equipo enchufado, pasaron solo minutos antes que el conjunto de Marcelo Gallardo se hiciera dueño del partido. Tan así era el panorama que, a los 15 minutos, tras una gran jugada combinada de Suárez asistiendo a Camilo Mayada, sería Nacho Fernández quien, de taco, pondría el primero para el local.

Con la ventaja obtenida, River redobló esfuerzos y demostró ser ampliamente superior a Atlético Tucumán, que seguía en carrera gracias a las soberbias intervenciones de Cristian Luchetti, que incluso en la derrota, se erigió como la figura del visitante. Pese a todo, a los 40, Lucas Pratto convertía el segundo y todo el Monumental, jugadores, hinchas y cuerpo técnico, se iban al descanso sumamente ilusionados.

Ya en el complemento, y antes de que River se acomode, el equipo de Zielinski conseguía el gol que le dio la clasificación. A los 4 minutos, tras un córner perfectamente ejecutado y un cabezazo en el primer palo, Javier Toledo, quien convirtió dos goles en la ida, descontaba para el Decano y parecía que dejaba al Millonario en knock out. Sin embargo, si algo que siempre demostró es que sabe levantarse.

Con menos presión y quizás con mas cansancio, La Banda siguió jugando a la presión y al ataque con muchos hombres, tanto así, que a los 11 del segundo tiempo, Matías Suárez convertía el tercero y le devolvía la ilusión al mundo River. Pero aquí, sabiendo que River necesitaba dos goles para clasificar, Zielinski realizó cambios para armar un 5-4-1 fijo para mantener el resultado.

Con estos cambios, sumado al cansancio de los jugadores, a River Plate le costaba muchísimo mas hacer el mismo juego que en los minutos anteriores, pero a fuerza de voluntad, buen juego y orgullo, logró a los 40 convertir el cuarto gol en la cabeza de Pratto, lo que generó, con la adición, 10 minutos finales llenos de incertidumbre, aunque sin poder lograr el quinto gol que le de la clasificación.

A pesar de la derrota, el equipo de Marcelo Gallardo se fue ovacionado y con el hincha totalmente ilusionado, que sabe y entiende que, si el equipo tiene este nivel, grandes cosas vendrán en el futuro. Ahora es momento de cambiar el chip y de pensar en la Recopa Sudamericana ante Atlético Paranaense.