Un nuevo semestre comenzó para el Tatengue. Un nuevo campeonato y un nuevo sueño, comandado por el eterno francés: Leonardo Madelón. El entrenador cumple su tercer ciclo en el club, el primero fue en el período de 2001 con poca trascendencia. El segundo, y el más recordado fue en el año 2014, donde consiguió el ascenso a Primera División en el estadio Presbítero Bartolomé Grella de Patronato.

Para comenzar su tercer mandato en el club de Santa Fe, Madelón llegó en reemplazo de Eduardo Magnín, quien fue relegado de su cargo por no conseguir los resultados deseados. Unión está pasando por un proceso de renovación y apuesta al futuro, un proyecto que intenta promover el crecimiento de los jugadores nacidos en el club. La imagen de Madelón es totalmente óptima en los nuevos futbolistas, que aspiran a ser referentes del club. Su experiencia y sabiduría pueden aportar grandes enseñanzas, y sobre todo un gran apoyo, tanto para los jóvenes como para los más experimentados del club.

El fiel guerrero del francés es Jonathan Bottinelli. Su mano derecha e imprescindible dentro y fuera de la cancha. Compartieron vestuario entre los años 2011 y 2012 en San Lorenzo, pero donde no pudo conseguir ningún título. No importa cuál sea el esquema, de una forma u otra, Bottinelli juega, y los hinchas están de acuerdo con ese pensamiento.

Pero Madelón sí tiene un esquema definido: 4-4-2. Dos laterales y dos centrales, un doble cinco y dos volantes de explosión por las bandas. En la delantera un nueve de área, generalmente Walter Bou, otro de las piezas favoritas de Madelón, y la variante se da en el único delantero. A Madelón le gusta tanto el doble nueve, como uno sólo acompañado de un jugador de mayor creación o velocidad.

El once ideal al momento es: Sebastián Moyano; Damián Martínez, Yeimar Gómez Andrade, Jonathan Bottinelli, Claudio Corvalán; Ezequiel Bonifacio, Nelson Acevedo, Javier Méndez, Gabriel Carabajal; Maximiliano Cuadra y Walter Bou.

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