En la ciudad de Santa Fe la fiesta había empezado mucho tiempo antes de que comience el encuentro. Algunos dicen que esos pequeños detalles son propios del fútbol, pero los viejos sabios cuentan que en el mundo futbolero festejar antes no sirve, porque los resultados se ven en los 90 minutos de juego.

¿Subestimar al equipo rival porque a vos te va mejor y a ellos no? Eso tampoco. Los clásicos son partidos apartes y no importa cuál sea la actualidad de cada uno. Unión hizo bien las cosas y aprovechó cada error que cometió Colón por culpa del nerviosismo y ansiedad.

La hinchada local tuvo tranquilidad y como de costumbre empezaron a alentar hasta el final con el resultado a favor y sin provocar incidentes que perjudiquen al club de sus amores.

A Unión le importó mucho ese aliento y continuó haciendo el partido del torneo. Jugó como en ningún otro encuentro de los que hemos visto anteriormente: con garra y corazón.

Festejar se festeja después del disputado encuentro. Y así fue, los hinchas Tatengues comenzaron con la fiesta en el estadio 15 de Abril del Club Atlético Unión, con banderas rojiblancas, cánticos, camisetas y bombos; además del infaltable agradecimiento hacia los jugadores y cuerpo técnico.

Garra, humildad y corazón. Los clásicos son así, los clásicos no se pierden: se ganan; en Santa Fe la ciudad se tiñó de rojo y blanco, mientras que en la vereda de enfrente estaban de luto.

Por este motivo, la entidad de la Avenida López y Planes lanzó una última publicación en su Twitter, que apasionó a la gente un poquito más. Fue así como el hashtag #DueÑoDeLaCiudad, una marca indeleble, hizo vibrar a los miles de hinchas.