Pablo Pérez: "A Boca no le debo una, sino dos vidas"

Pablo Pérez hizo hincapié a su estadía en Boca, y manifestó que le debe mucho a la institución.

Pablo Pérez: "A Boca no le debo una, sino dos vidas"
Fuente: TN.
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Por Tomás Cascallares

En el medio de la pandemia, desde su casa, el ex Independiente habló ayer con los colegas de 90 Minutos de Fútbol, por Fox Sports. El actual jugador de Newell's recordó sus cuatro años en Boca, con sus condimentos positivos y negativos.

"Me superaban situaciones en las que no estaba acostumbrado, principalmente por ser capitán de un club grande", aseguró. Asimismo, comentó que la ida de Orión y el Cata Díaz, a quien consideró referentes, le produjo responsabilidades, y por falta de experiencia le costó. "Se me hizo la pelota muy grande a través de la prensa, y los árbitros también. Como yo hinchaba tanto adentro de la cancha, me amonestaban por cualquier cosa", y continuó: "Jugar en Boca no es nada fácil, manejar el plantel tampoco. Hubo situaciones que eran difíciles, presiones para salir campeón. Después, me tuve que ir por resultados".

Pérez llegó a Boca a fines de 2014, y convirtió su primer gol en mayo de 2015. Con el correr de los partidos, y tras la lesión que sufrió Gago en 2017, se transformó en capitán del equipo. 

El futbolista rememoró su estadía en el club, y declaró: "A Boca no le debo una, sino dos vidas. Me cambió muchas cosas. Me dio una carrera de prestigio y experiencia. En algunas situaciones, me agarró sin ella. Jugué cuatro años, pero para mi fueron 16. Fue como ir a la facultad". A su vez, dijo que le dolió su salida de la institución, que fue a fines de 2018. "Lo sufrí mucho. Me costó asimilar que no estaba más en ese club. Dejé amigos, que eran mis compañeros de equipo y hasta kinesiólogos", contó.

Por otra parte, recordó la final perdida ante River en Madrid, y sostuvo: "Fue un quiebre para todos. Nos merecíamos esa copa. Me quedó un sabor de injusticia. Fue la peor derrota de mi carrera". Además, comentó la situación de violencia que sufrió el plantel con los piedrazos al micro, y manifestó que "esa situación fue extrema, se cruzó un límite. Cayeron hasta botellas de cerveza, gas pimienta cosas que si te agarran la cabeza, no la contas. No fue normal". Sumado a eso, se refirió al momento que pasó el plantel tras no salir a jugar el partido, y afirmó: "Todos queríamos jugar la final, pero algunos no podíamos. No somos máquinas, somos humanos, y en ese momento había estrés y nervios. Sí se podía jugar una semana después en el mismo estadio, pero se tomaron decisiones que no corrían por nuestra cuenta".

En su etapa en Boca, fue criticado por insultar a los hinchas en su festejo de gol, por lo que explicó: "Fue una situación que me dejó expuesto. Se venía hablando de lo que hacía o no dentro de la cancha. Si hoy me tocaría vivirla, la manejaría diferente. Me superó la presión encima". Asimismo, remitió la vuelta a La Bombonera con Independiente, y mencionó: "La gente estaba enojada conmigo por perder la final, y es entendible. Quizás se la agarró más por los insultos, pero esas cosas no me mueven la aguja".

Por último, Pablo Pérez no se mantuvo al margen del tema del momento: el corona virus. La situación pandémica no lo excluye a él, y se lamentó por el momento actual. "Personalmente, la estoy pasando mal. Aparte de tener nuestro trabajo y extrañar el vestuario y hábitos de entrenamiento, tenemos a nuestros familiares encerrados en una casa. En mi familia son laburadores, y la tienen complicada. En lo económico y sentimental, estamos todos en una situación rara", concluyó.