Este 2014 fue definitivamente un positivo año para la mitad albirroja de la ciudad de La Plata. Estudiantes peleó el Torneo Final palmo a palmo con River y regresó al plano internacional haciendo un gran papel en la Copa Sudamericana, en la que, de yapa, se dio el lujo de eliminar a Gimnasia en lo que fue el primer cruce copero de la historia. 2014, un año de crecimento para el pincha.

Mauricio Pellegrino logró consolidar un proyecto que abarca mucho más que el primer equipo y trata de incluir a las divisiones menores del club, entendiendo que allí está  la clave de un futuro éxito. Varios chicos de inferiores como Gerónimo Rulli, Guido Carrillo, Jonathan Silva, Joaquín Correa o Gastón Gil Romero, por nombrar sólo algunos, se afirmaron en primera y fueron enormemente productivos para el equipo, y en algunos casos, también para la tesorería del club, a lo largo del 2014.

Fue sin dudas un año de maduración, un año en el que Estudiantes, después de merodear durante varios campeonatos por la cintura de la tabla de posiciones, comenzó a demostrar que puede pelear por cosas importantes. 

La primera muestra la dio a comienzos de año. En el Torneo Final, el equipo de Pellegrino demostró una regularidad a lo largo de las 19 fechas que lo dejó a un paso de la coronación. El título se escapó, pero como consuelo llegó la chance de disputar un certamen internacional y con ella, la oportunidad de seguir creciendo como equipo. La Copa Sudamericana también fue esquiva. Se cayó en cuartos ante el River sensación que, a la postre, terminaría siendo el campeón. Pero el papel de este Estudiantes estuvo a la altura de su rica historia copera e incluso, tuvo el gusto de dejar en el camino a Gimnasia.

Hubo momentos flojos y derrotas dificiles de digerir, como la eliminación frente a Huracán por Copa Argentina o ante Racing, que le propinó al pincha, un contundente 4 a 0 en el Estadio Único por el Torneo de Transición. Aquella regularidad del primer semestre, ya no estuvo en el segundo. Pero los bajones de rendimiento son algo lógico en un conjunto que está en pleno desarrollo. No nos olvidemos que este Estudiantes es eso, un equipo en crecimiento, al que además, le toco afrontar el retiro de su capitán, símbolo y referente, Juan Sebastián Verón, que a los pocos meses se convirtió en presidente del club.

Los titulos no llegaron, es cierto. Aún quedan cosas por pulir en cuanto a lo futbolístico, las complicaciones ecónomicas acechan y son difíciles de superar, las figuras se van rápidamente y los ídolos de a poco se van despidiendo. Pero el camino es el correcto. Con un equipo que sabe a lo que juega -por momentos mejor, por otros no tanto- y una fuerte apuesta a los juveniles surgidos del club, uno de los puntales de la 'era Pellegrino', Estudiantes de La Plata cierra un gran 2014, que ojalá sirva como trampolín para un 2015 aún mejor. "Competir entre los mejores", el deseo de Pellegrino y seguramente, de todo el pueblo pincha de cara al próximo año.

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