El Millonario vivió la peor semana del ciclo Gallardo, sin lugar a dudas. Luego de tres años a puros éxitos y consagraciones, llegaron dos mazazos durísimas: una polémica eliminación, pero eliminación al fin, de la Copa Libertadores, la gran meta para 2017, en semifinales, ganando 3-0 y perdiendo 4-3 en el global ante Lanús, y días más tarde, la caída ante Boca, nada menos que en el Monumental, para quedar a 12 unidades del propio Xeneize en la Superliga.

El equipo del Muñeco Gallardo salió a jugar osadamente el Superclásico con la necesidad de revertir el mal trago copero. No sólo no lo logró, sin que profundizó aún más su crisis y evidenció la falta de opciones para formar un plantel amplio y competitivo.

Queda la Copa Argentina como premio consuelo y para tener revancha con Boca en la Supercopa Argentina 2018.

En primera instancia, la defensa: en los últimos tres partidos, River recibió 10 goles. Sí, hay que remarcar que ante Talleres (0-4) jugaron mayoría de juveniles, muchos que recién debutaban en Primera, pero fue un síntoma de que atrás no hay recambio. Luego vinieron los cuatro tantos en La Fortaleza y los dos últimos del Superclásico. Hay que considerar que los laterales Jorge Moreira y Marcelo Saracchi se lesionaron antes de ésta fatídica semana: de 4 se consolidó el juvenil Gonzalo Montiel, que es uno de los grandes proyectos a futuro, aunque su puesto natural es el de central, mientras que de 3 regresó Milton Casco, el jugador más criticado de los últimos tiempos, dado que nunca se consolidó en el primer equipo y la mejor versión de River en 2017 fue con el ex Newell´s fuera del once inicial.

También hay problemas en la zaga central: Jonatan Maidana y Javier Pinola, dos titanes con fortaleza física y experiencia, aún no se complementan como sí lo hizo Jony con Lucas Martínez Quarta (aún suspendido). Pinola, desde que está en River, colaboró más en la parte ofensiva, de adelantarse en el campo y llegar a tres cuartos de cancha rival, que en la defensa propia, donde además debe cubrir la zona de Casco, quien no da muchas garantías en la marca. Y en el banco de suplentes, está Alexander Barboza, quien la rompió en Defensa y Justicia, pero todavía no ha aprovechado las chances que Gallardo le dio: inseguro y sin hacer valer su metro noventa y cuatro.

Para enero, regresarán Lucas Martínez Quarta y Camilo Mayada, titulares en el mejor momento de River.

Párrafo aparte para Germán Lux. Poroto regresó a Núñez tras once años en La Liga española. Con 35 años y ánimo de revancha en su segunda etapa en el Club, el guardameta le ganó el puesto a Augusto Batalla dado que éste último estaba en el ojo de la tormenta por malas actuaciones en la recta final del semestre pasado. Si bien Lux no ha cometido errores garrafales como su suplente juvenil, no ha demostrado solvencia para hacerse cargo de los tres postes y sólo se destaca su buena labor ante Temperley en la 1º fecha de la Superliga. No hizo muchos más méritos para ser el 1 titular, pero sólo quedan en el banco el cuestionado Batalla y Enrique Bologna, que sólo jugó un partido.

El mediocampo, el sector más sólido del primer semestre, se desarmó y hubo bajones notables, como los de Gonzalo Martínez, que sumó más gol, pero pasó desapercibido en la serie ante Lanús y el Superclásico, Ariel Rojas, quien transita entre la titularidad y la suplencia, e Ignacio Fernández, quien ahora juega volcado a la derecha y quien fue responsable de la derrota, por un planchazo irresponsable sobre Cardona (y de ése tiro libre, vino el 1-0 de Boca) en el primer tiempo, lo que lo condicionará a futuro.

Y de los refuerzos, salvo Ignacio Scocco (con una racha fantástica: 13 goles en menos de 16 partidos) y Enzo Pérez (que combina juego con vos de mando), el resto aún no se afianzó: Rafael Santos Borré lleva tres goles anotados, pero llegó como apuesta, no como un titular firme. Por su lado, Nicolás De La Cruz se asoma como una variante interesante, jugando en la zona de enganche, pero necesita más minutos, los que sí tuvo Carlos Auzqui, quien no rinde ni como delantero ni como volante por izquierda, al no desequilibrar. 

En resumen, queda que termine 2017 y lo que pase en diciembre será clave: habrá elecciones en el Club, donde Rodolfo D´Onofrio se postulará nuevamente y es el favorito, también expira el contrato de Marcelo Gallardo, quien ya a fines del año pasado amagó a irse, y en 2018 River también disputará la Copa Libertadores. ¿Refuerzos? Un arquero de nivel, un lateral por izquierda alternativo, un volantes ofensivo más y dos delanteros con presente. En el siguiente mercado de pases, no pueden haber errores.