Antes del día de hoy, Borna Coric, solo contaba con dos victorias sobre césped en toda su carrera; su presencia en el torneo de Halle se debía a su deseo de prepararse para disputar Wimbledon. En la primera ronda, ante Alex Zverev, ya había logrado un resultado histórico para él, ya que era la primera vez que vencía a un Top Ten en esta superficie.

Esta fue la cuarta final en la carrera del joven croata de 21 años, la primera en el 2018, pero en frente se encontraba el mismísimo Roger Federer, quien traía consigo una racha de 20 victorias seguidas sobre césped y quería coronarse por décima vez en el torneo de Halle.

Al suizo se lo notó muy lento en el encuentro y, a pesar de su gran efectividad en sus juegos de saque, sus flojas respuestas en los momentos importantes del partido, tales como: desaprovechar dos set point en el tie break; ceder el parcial ante la primera oportunidad de su rival; desperdiciar oportunidades de quiebre y ceder su servicio las dos únicas veces que Coric tuvo la chance de quebrar, le costaron el partido.

Coric declaró antes del partido que él no tenía nada que perder y que obviamente no era el favorito, se quitó presión y así logró jugar un gran tenis. Por momentos se lo vio algo endeble y parecía que en cualquier momento Federer se despegaría en el marcador, pero en los momentos importantes logró imponerse finalmente el croata.

Con el título obtenido en Halle Borna Coric ingresará por primera vez en su carrera al Top 20, mientras que Roger Federer, tras fallar en su defensa del título, será relegado al puesto número dos del ranking mundial, cediéndole el primer lugar, nuevamente, a Rafael Nadal.

Es la séptima vez que Roger pierde una final en césped. Anteriormente le habían vencido Nadal (Wimbledon 2008), Lleyton Hewitt (Halle 2010), Tommy Haas (Halle 2012), Andy Murray (Juegos Olímpicos 2012) y Novak Djokovic (Wimbledon 2014 y 2015).

Con esta derrota Federer no consiguió el título 99 en su carrera, si lo hacía hubiese llegado a Wimbledon no solo como número uno, sino también con la posibilidad de conquistar el centenar de títulos profesionales en la catedral del tenis.

Para Federer solo queda dar vuelta la página y concentrarse en la defensa del tercer Grand Slam del año, para seguir cerca de Nadal en la sima y, por supuesto, para que todos sus fanáticos puedan verlo levantar el noveno Wimbledon.