El desequilibrio y la irregularidad han hecho que el año 2014 no haya sido el magnífico año que prometía ser para el Deportivo Cali. Con la llegada de varios jugadores de talla internacional como Miguel Caneo y Cristian Nasuti, se esperaba que La Amenaza Verde lograra al menos un titulo este año (fuera de la Superliga Postobón)

El desequilibrio entre defensa-ataque del Deportivo Cali es evidente. Hasta ahora, en esta campaña de Liga Postobón anotó 33 goles, que son en promedio 1.5 goles anotados por partido. Sin embargo encajó 35 goles, que son en promedio 1.6 goles encajados por partido. El equipo encaja más de lo que anota, lo que es algo preocupante para este equipo que apuntaba a llegar tan alto.

Los culpables

Los culpables. Fotomontaje: Jose David Gómez. VAVEL.

La culpa es de todos en distintas cantidades. Unos tienen más culpa que otros. Los defensores obviamente más que los atacantes, pero igual hay cierta responsabilidad de todos los integrantes de este plantel.

Empezando por los jovenes guardametas, Luis Hurtado y Jose Johan Silva, por quienes apostaron la Junta Directiva del Deportivo Cali y el profesor Héctor Cárdenas. Después del retiro de Faryd Mondragón, los azucareros no contrataron a ningún otro arquero. Se quedaron con estos dos arqueros, y con Jaiber Cardona, que no ha tenido participación hasta ahora.

Hurtado le ganó el pulso a Silva y atajó las primeras 14 fechas de esta campaña de Liga Postobón. En las primeras fechas, cometió errores de novato, por lo que su titularidad fue cuestionada. Sin embargo, mantuvo el arco en cero en cuatro partidos seguidos, y ganó confianza. Hurtado perdió el puesto después de encajar 7 goles frente a Uniautonoma (o-4) y frente a Alianza Petrolera (3-1). En 14 fechas encajó 17 goles, o sea, 1.2 goles por partido.

Pero este cambio no sirvió de nada, porque a Silva le está yendo mucho peor. En los ocho partidos que ha atajado, ha recibido 18 goles, o sea 2.3 goles por partido. Esto es una cifra muy elevada, y mucho más teniendo en cuenta que Silva atajó en las últimas tres fechas del todos contra todos y las cuatro que se han jugado en el cuadrangular.

La línea defensiva también tiene muchas falencias. Germán Mera y Cristian Nasuti son dos defensores centrales para defender siendo apoyados por laterales y volantes de marca. Pero en el Cali todos quieren atacar. Ambos corpulentos, pero lentos. Por esto pierden referencia de sus marcas y encajan varios goles así. Víctor Giraldo, Frank Fabra y en su momento Helibelton Palacios son laterales con bastante salida, que apoyan más en lo ofensivo que en lo defensivo, por lo que los centrales se quedan solos.

Juan David Cabezas y Andrés Pérez son culpables en parte por bajar tanto su nivel defensivo. Antes eran la mejor dupla de volantes de marca de Colombia, sobre todo por su buen posicionamiento. De ellos ya no queda ni la sombra. Ambos cometen muchas infracciones, y aportan poco en la recuperación en el mediocampo, por lo que los rivales llegan muy fácilmente al area azucarera.

Los delanteros no deberían de ser incluídos en esta lista, debido a que los últimos partidos han estado anotando y anotando goles. Lo único quizá reprochable es la poca presión alta cuando se pierde el balón. Cuando se hace la presión, es cuando el rival trata de jugar, pero no cuando se va a dar una jugada de contraataque.

¿Mala lectura del estratega? ¿o exceso de confianza?

Lo más lógico sería que desde hace varias fechas Héctor Cárdenas hubiese tenido que cambiar algo, pero eso no pasó. Es pronto para hablar de mala lectura o de exceso de confíanza, pero por ahora hay un poco de ambas. Mala lectura por no hacer los cambios pertinentes, por ejemplo el de devolverle el puesto a Hurtado, devolver a Palacios de lateral... entre otros cambios necesarios. También hay exceso de confianza en que sus dirigidos van a dejar cometer los errores que cometen de la noche a la mañana.

Fue una apuesta muy arriesgada, en la que esta vez salió perdiendo. Ahora, tendrá que pensar en el 2015, si es que la Junta Directiva del Deportivo Cali mantiene la fe en el estratega interino y no lo despide, como hicieron ya con muchos directores técnicos los últimos años.