Desde aquel 'incidente' donde Fredy Guarín y Mauro Icardi lanzaron la camiseta a los hinchas del Inter de Milán después de la vergonzoza caída 3-1 ante Sassuolo, y estos se las devolvieran, el mediocampista boyacense parece haber encontrado la manera de responder dentro de la cancha.
Hoy en la visita al Atalanta el Inter iba por otra victoria, y llegaba con buenos ánimos luego de vencer 3-0 a Palermo en el Giuzzeppe Meazza, donde justamente había anotado Guarín.
Apenas en el inicio del encuentro, Guarín cayó dentro del área y el árbitro pitó penal. Al minuto 2 Shaqiri abrió el marcador con un penal inexistente. A partir de ese gol, Atalanta salió con todo a buscar el partido y por medio de centros desde ambos costados intentaba llegar al área rival. Mauricio Pinilla tuvo el empate en sus pies en el minuto 18 solo debajo del arco pero la envió por encima.
Atalanta siguió insistiendo en busca de igualar el encuentro hasta que llegó el gol en el minuto 28, obra de Maximiliano Moralez que definió con la zurda al palo derecho de Handanovic luego de un cabezazo previo de Pinilla. Parecía que el local lo daría vuelta porque no había reacción por parte del equipo de Mancini, pero para calmar las revoluciones, apareció Fredy Guarín en el minuto 36 que en la individual hizo un amague con la derecha para definir luego con la pierna izquierda inatajable para Sportiello para poner el 1-2 y finalizar el primer tiempo con ventaja para la Azurra.
Para el segundo tiempo, Atalanta cambió a Maxi Moralez que terminó con problemas físicos al final del primer tiempo y en su lugar entró Germán Denis. Inter con el marcador a su favor logró desesperar al local, y al minuto 53 Yohan Benalouane se iría expulsado por doble amarilla, lo insólito es que un minuto atrás había recibido el cartón preventivo.
Con un hombre menos, todo se le hizo cuesta arriba a Atalanta que buscó con la entrada de Baselli contener el ataque de la visita. Al minuto 63, Shaqiri jugó el balón con Guarín, que disparó desde afuera del área un disparo colocado que dejó sin opciones a Sportiello colocando el 1-3 e inclinando la balanza a su lado.
Ante los silbidos y abucheos de los hinchas locales, Guarín siguió su show y al minuto 72 puso un pase milimétrico para Rodrigo Palacio que definió exquisitamente por encima de Sportiello poniendo el 1-4 definitivo y sellando una actuación BRILLANTE del equipo de Mancini que hacía mucho rato que no se veía tan poderoso.