Y sí, no había otra manera diferente a una victoria, para olvidar el trago amargo de la eliminación en la Copa Águila a manos del Once Caldas. Para este cuarto partido de la vuelta del Torneo Águila, el onceno bumangués salió concentrado, pero con el paso del tiempo en la primera parte, se fue disminuyendo la creación de oportunidades y por momentos se llegó a ver un equipo desconocido. Para el segundo tiempo, su DT ‘Willy’ Rodríguez, recompuso todo, hizo cambios, el equipo de a poco fue encontrando el fútbol que lo caracteriza, y con eso consiguió anotar los dos goles para ganar el compromiso. 

Primer tiempo para el olvido

Desde que el árbitro Lisandro Castillo dio la orden para iniciar el compromiso, el equipo ‘auriverde’ intentó salir a tener la pelota, a inquietar el campo contrario y tomar la ventaja en el marcador, pero no contaba con un buen planteamiento por parte de su rival, Unión Magdalena, quien supo cerrar los espacios, tener un equipo compacto y ordenado, y por momentos salir de contragolpe para buscar la forma de vulnerar el arco que defendía James Aguirre.

Producto de ese orden y atrevimiento, el onceno samario sacaría ventaja y dejaría en claro que quería conseguir más de un punto en calidad de visitante. Tras un cambio de frente perfecto, por parte de Carlos Peralta, Jhonatan Pérez controló y fue el primero en avisar, remató fuerte al pórtico defendido por James Aguirre, pero el cancerbero salvó sin ningún inconveniente.

Precisamente, Unión Magdalena siguió apelando al buen orden, a seguir con la posesión del balón e inclusive por momentos dominar el compromiso. El péndulo marcaba 20 minutos del primer tiempo, cuando Carlos Peralta remató al arco para intentar anotar gol, pero James controló el balón.

El tiempo seguiría pasando, y Atlético Bucaramanga intentaría sacudirse de la presión y el buen partido que hacían los dirigidos por Eduardo Retat. Michael Balanta hizo una buena jugada colectiva y sacó un remate, pero el balón se fue desviado y sin ubicación, con lo que no consiguió molestar Miguel Solís -ex arquero de Atlético Bucaramanga-.

Hasta aquí se desarrollaba un partido que no se esperaba en la previa. El 'Ciclón Bananero' dominó a placer el balón, inquietó y tuvo ocasiones para abrir el marcador. Por su parte, Atlético Bucaramanga, lució desordenado, no hubo creación y los jugadores recurrieron en más de una ocasión a hacer jugadas individuales, no priorizaron lo colectivo.

Segundo tiempo de mutación

Teniendo en cuenta lo que se vio en el primer tiempo, el cuerpo técnico ‘leopardo’ seguramente habló fuerte y seco, movió fichas y replanteó el partido para dominarlo y de esta manera terminar ganándolo.

La segunda parte inició casi como la primera, pero con una gran diferencia, los volantes de ambos equipos tomaron mayor importancia a la hora de manejar el esférico, recuperarlo y ponerlo en circulación por todo el terreno de juego.

Llegaría lo que esperaban todos los espectadores que asistieron al estadio ‘Alfonso López’ de Bucaramanga, el gol ‘auriverde’. César Amaya, que regresaba de una lesión, se tomó confianza, se sacó de encima a dos jugadores oponentes, quienes intentaban quitarle el pelota, remató al ángulo del palo izquierdo que defendía Miguel Solís, el arquero visitante hizo todo lo posible por tapar el esférico, pero solamente lo rosó con sus dedos y el balón entró.

Hasta ese momento era una victoria justificada, no tanto por lo que se vio en el primer tiempo, sino más bien, por el cambio de actitud que se notó en la segunda parte.

El onceno samario intentó buscar el empate, pero los defensas búcaros lucieron ordenados, coordinados y concentrados, siempre con el fin de no dejarse igualar en el marcador. Cuando el partido lo requirió, apareció la experiencia de Danny Cano, quien en más de una ocasión, le habló fuerte a sus compañeros, anticipó jugadas de peligro, salió jugando de manera limpia y rechazó cuando no había más que hacer.

El conjunto de la ‘ciudad bonita’ siguió aplicado en la cancha, tal y como lo ordenó su DT con su asistente técnico Diego Barragán; los jugadores del Bucaramanga de a poco fueron sometiendo a su rival, hasta hacerlo retroceder a su mismo campo. Miguel Solís tomó mayor protagonismo en el compromiso, primero actuó cuando lo exigió José Nájera, más adelante con una jugada sorpresiva de Jair Palacios, y por último con un remate fuerte de Luis Sierra, volante de Atlético Bucaramanga. En las tres ocasiones, el duelo claramente lo ganó Solís.

Más adelante, cuando iban 75 minutos jugados del compromiso, el equipo local se dedicó a manejar el esférico y los ritmos del partido. Atacó cuando quiso, se replegó cuando le tocó, pero siempre mantuvo el orden en el segundo tiempo. Mientras que Unión Magdalena intentó buscar el empate más con desespero que con una idea clara de juego.

Hasta que llegaría el gol para liquidar el compromiso a favor del equipo ‘leopardo’. Todo comenzó por la zona derecha en los pies Jair Palacios, quien le dejó el balón a Daniel Cataño, que después se juntó con Luis Aníbal Mosquera, e hicieron una jugada colectiva a un solo toque, el esférico le quedó a Palacios, quien centró de manera rastrera y encontró a Víctor Zapata como delantero, Zapata definió de primera y consiguió el segundo gol para el equipo búcaro.

Con esta victoria el equipo de Atlético Bucaramanga llegó a 49 puntos, luego de disputar 20 partidos, de los cuales ganó 15, empató cuatro y solamente perdió uno; le hicieron 11 goles y marcó 41 para una diferencia de +30. Pese a la derrota, Unión Magdalena sigue entre los ocho clasificados, después de disputar 20 compromisos, en los que salió ganador en siete encuentros, dejó en tablas otros siete y fue derrotado en seis ocasiones, para un total de 28 puntos; convirtió 24 goles, pero le hicieron 18, lo que le da una cifra de +6.

En la siguiente jornada del Torneo Águila de vuelta, Atlético Bucaramanga jugará de visitante ante Fortaleza F.C., así mismo, Unión Magdalena recibirá de local a Leones.