Dos a cero, juego entretenido y una tarea pendiente

Crónica. Una radiografía del ambiente del Atanasio Girardot en un partido de Copa Águila del Deportivo Independiente Medellín a mitad de semana.

Dos a cero, juego entretenido y una tarea pendiente
Leonardo Castro celebra el primer gol del partido. Foto: DIM
juanpabloramirez
Por Juan Pablo Ramírez

Los partidos de mitad de semana y los que se juegan los domingos son y serán siempre diferentes por donde se los mire. Anoche, cuando el Deportivo Independiente Medellín recibió a Águilas Doradas de Rionegro por la cuarta fecha de la fase de grupos de la Copa Águila, las disimilitudes fueron notorias.

Y es que desde el mismo momento de la entrada al Atanasio Girardot, la panorámica es bien distinta a la que se observa los fines de semana en el marco de El Coloso de la Avenida CentenarioPocas personas ocupan las filas de acceso al estadio a falta de media hora para el pitazo inicial, mientras que al momento de este, se encuentran considerablemente pobladas.

Al interior, también hay detalles imposibles de ignorar: personas que se libran de su saco y corbata apenas logran acomodarse en las tribunas occidental y oriental, otras que, a falta de companía, ponen en la silla contigua su maletín, en el cual reposan todos los papeles que hace menos de 60 minutos empacaban como podían para salir así del lugar de trabajo y disponerse a buscar un medio de transporte público que facilite la llegada al Atanasio.

La situación en las populares es parecida: pese a que los 'trapos' están colgados en sus respectivos lugares desde al menos hace un par de horas, las personas que junto a ellos pondrán el aguante en las tribunas norte y sur van llegando poco a poco, generalmente en grupos. No es sino hasta el minuto 30 del primer tiempo que en ellas se ve a la totalidad de hinchas que no abandonaron al equipo en la cita copera.

Y es también pasada la primera mitad del primer tiempo que el juego entre Poderosos Águilas se pone interesante, ya que, al parecer esperando a quienes el tiempo apuraba para llegar a la cancha, es en este momento cuando los jugadores de ambos equipos intentan por fin quebrantar los planteamientos defensivos de los pasmosos primeros minutos de juego.

Medellín tiene un par de llegadas con Leonardo Castro que no trascienden, un tiro libre de Johan Arango que pasa muy cerca del horizontal del arco sur y un remate de Juan David Cabezas que se va abierto a la izquierda por poco. El Rojo por fin presiona.

No obstante, Águilas no quiere ser menos y consigue concretar un par de remates por medio del lateral Alexis Viáfara y el mediocampista Yohn Geiler Mosquera. El público no aprueba que se le concedan esas libertades a la visita y acude a la silbatina cuando los jugadores de Rionegro toman la pelota. Aparentemente incómodos, terminan por perder la posesión.

Y es en una de esas pérdidas de balón en ataque que Medellín organiza un contragolpe y, tras un pase raso en profundidad a Juan Fernando Caicedo, este es derribado por Francisco Rodríguez justo cuando entraba al área rival, lo que el juez central decreta como pena máxima y expulsión por doble tarjeta amarilla al zaguero Dorado.

Llegan por la pelota Johan Arango y Leonardo Castro, pero es este último quien termina convirtiendo desde los doce pasos con un potente remate al ángulo inferior izquierdo de la portería. Cuarta conquista para el exPereira con el DIM, segunda desde tiro penalti. Posterior a esto, el réferi Jorge Duarte señala el fin del primer tiempo.

Con el entremés del juego, llega la presentación de las porristas del Deportivo Independiente Medellín en el centro del gramado. Pocas personas prestan atención. La gran mayoría aprovecha los quince minutos de descanso para revisar cosas en su morral, responder los mensajes de su celular que habían sido ignorados durante la primera parte del juego o simplemente charlar con quienes los acompañaban.

Al cabo de veinte minutos —que debieron ser quince, pero, ¿quién está contando?— los jugadores y el cuerpo arbitral vuelven a hacer presencia en la cancha, prestos al inicio de la segunda mitad del juego.

Suena el silbato, se mueve la pelota y corren los jugadores. La Rexixtenxia Norte, barra más representativa del equipo, retoma sus cánticos acompañados por la instrumental de La Murga del Indigente, cuyo ritmo de a poco comienza a contagiar a las personas de occidental y oriental, que tararean las canciones que entonan a todo lo que da su voz las personas de norte.

En la cancha se hace visible la superioridad numérica de Medellín, que empieza a aprovechar las bandas por medio de las combinaciones entre Luis Carlos Arias, Johan Arango y Juan Fernando Caicedo. Al paso de unos minutos se dan las primeras sustituciones en el onceno local: William Parra deja la cancha y Didier Moreno entra a ocupar su lugar como carrilero derecho y, diez minutos después, Juan David Cabezas y Fabio Burbano harían lo propio.

Pasan los minutos y las llegadas del Deportivo Independiente Medellín se hacen más constantes, pero no efectivas: Castro intenta con remates desde adentro del área, Arias desde la distancia y Arango insiste con la pelota quieta. En la tribuna suenan los comentarios de los más pesimistas: “Esto tiene pura pinta de que nos empatan al 95'” y la reconvención de los que creen: “No, hombre, el segundo gol del Medellín está que cae”.

Dicho y hecho: en otro contragolpe, Juan Fernando Caicedo pone un pase rastrero a Johan Arango, quien se escapa por la banda izquierda y supera en carrera a Viáfara y Meza, que lo único que pueden hacer es ver cómo el 10 de el Rojo manda al fondo del arco sur la pelota con un tiro que pasa rozando la grama (y la mano del portero Piedrahita).

Después de esto viene la sustitución de Caicedo, que se va en medio de aplausos y el coreo de su apellido para dar paso al juvenil Ever Valencia, quien apenas puede tocar la pelota en un par de ocasiones en los diez minutos que juega.

Termina el partido, los jugadores del cuadro vencedor hacen una venia ante los 13,506 hinchas que los acompañan y estos responden con la consigna para el próximo partido: “Ponga huevo, Rojo ponga huevo, que el domingo cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar”.

Faltan tres días para una nueva edición de el 'Clásico Paisa' y los jugadores del Deportivo Independiente Medellín saben lo que eso significa.

Los jugadores del DIM tras el juego ante Águilas. Foto: DIM
Los jugadores del DIM tras el juego ante Águilas. Foto: DIM