Hoy, Atlético Nacional ha conocido la partida de un prócer en la historia, en la grandeza y reconocimiento que siempre tendrá la institución. Se trata de Hernán Botero Moreno, quien presido al club durante poco más de una década en la cual forjo lo que hoy representa este club. No se ha ido un nombre, se ha ido un hombre.

El comienzo de todo tuvo lugar en una época donde el Futbol Profesional Colombiano buscaba hacerse un lugar en el continente y a la vez encontrar una estabilidad económica, huyendo de la situación misma del país, en Medellín un reconocido empresario y hombre de futbol comenzaba la gesta que tendría como fin convertir a Atlético Nacional en el club más grande de Colombia y uno de los más importantes del continente, aunque de ello dependiera arriesgar su patrimonio.

Hernán Botero presidió Atlético Nacional entre la década del 70 y el 80. Donde obtuvo tres títulos: 1973-76 y 1981 y dos subtítulos.

A principios de los 70', Nacional era uno de los animadores en cada torneo del rentado local, pero faltaba la cuota de manejo dirigencial y deportivo que le permitiese dar el salto de calidad dentro y fuera del país. En ese momento apareció la figura de Hernán Botero Moreno, dueño del 17% del reconocido Hotel Nutibara de la ciudad y quien decidió comprar el 76% del club, además de inyectar una gran cantidad de capital económico.

Para cualquier hincha de Atlético Nacional con más de 50 años Hernán Botero representa la irrupción del club como uno de los más grandes del país. Son muchas las historias de como Botero consiguió formas un plantel a la altura de las expectativas, pero quizá la más llamativa es la que relatan quienes vivieron de cerca su proceso, se trata de su viaje a Argentina en 1970, con 10.000 dólares como presupuesto, siendo la premisa el traer la mayor cantidad de jugadores argentinos posible. Pero la expectativa se supero, Don Hernán hizo halago de su % como propietario del Hotel Nutibara y convenció a varios clubes argentinos para que les cedieran jugadores de la talla del arquero Raúl Navarro, el defensa Oscar Calics, el volante Tito Gómez y el recordado volante Jorge Hugo "La Chancha" Fernández.

A partir de aquel momento, los títulos en Nacional comenzaron a ser una posibilidad cercana y la participación en torneo internacionales una constante. Pero, luego de llevar al club hasta lo más alto en su momento, con la figura de Osvaldo Juan Zubeldía, Hernán Botero confirmo la asunción del equipo como uno de los más grandes del país, logrando finiquitar, acompañado de una generación de jugadores surgidos en las entrañas del club, aquel objetivo que se propuso cuando llegó como dirigente.

En sus últimos años como presidente del club, Botero también tuvo tiempo para forjar un estilo y ADN que aun están latentes en Atlético Nacional, esa atracción extraña pero bendita hacia el jugador talentoso y el juego vistoso, como el del peruano Cesar Cueto, quien llego tras una ardua negociación con Alianza Lima, de donde venia tras ser bicampeón.

Finalmente, como lo dicen quienes han trascrito y cedido a las generaciones posteriores la historia de Nacional: "La grandeza del club comenzó con el amor propio que muchos hombres hacia él, dentro y fuera de la cancha". Y eso es algo que nadie, menos en este admirable y crucial momento del club, puede olvidar.

Q.E.P.D, Hernán Botero Moreno.

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Sobre el autor
Julián  Restrepo
El Periodismo deportivo es parte esencial de mi vida desde los 10 años y es algo que haré con pasión siempre. La objetividad el estilo que trato de implementar al hacer una de las cosas que más amo, escribir. Amor eterno por el fútbol.