Andrés Felipe Ibargüen, extremo izquierdo de Atlético Nacional, tuvo su noche soñada contra Chapecoense, en la vuelta de la final de la Recopa Sudamericana, pues no sólo colaboró con dos goles para ampliar la ventaja en el marcador, sino que también fue desequilibrante en el área rival, colaboró en defensa y fue colectivo con sus compañeros, como en el tercer gol de su equipo.
Sí, iniciando el año 2017 se especuló mucho con su salida de la institución ‘verdolaga’ para Racing de Argentina, pero él (Ibargüen) fue más inteligente, siguió con su recuperación de la lesión, alejó todo de su panorama y dejó todo en manos de la parte directiva y su representante.
"Ha habido ofertas, pero la prioridad ahora es Nacional, lo de la salida lo mira el representante con el club, pero yo tengo la mente puesta acá, trato de estar al 100%, de recuperarme y conseguir mi buen fútbol, aportar mi granito de arena", afirmó el extremo izquierdo, en su momento.
Y así fue la situación de Andrés Felipe, quien se concentró en su recuperación, y como todo en esta etapa, no fue fácil, le costó muchísimo volver al nivel que se le conoció en las instancias finales de la Copa Libertadores 2016, fue como un electrocardiograma, de picos altos y bajos, pero ayer contra Chapecoense demostró que ya está en el nivel que todos esperaban.
Basta con ojear la jugada del segundo gol: después de un lateral realizado por Farid Díaz, Dayro Moreno centró la pelota para Macnelly Torres, quien de primera intención y como si la jugada estuviera ensayada, le pasó el balón a Ibargüen, jugador que la adelantó con el pie izquierdo y definió con el derecho hacia el palo izquierdo del arquero Artur.
Andrés Felipe siguió con lo que se le conoce normalmente en los partidos, desbordes constantes y fintas en todo momento, lo que causó dolores de cabeza constantemente a los defensores rivales. Fue entonces en el minuto 67, cuando el exjugador del Deportes Tolima hizo una sorprendente jugada, en la que dejó sin reacción a su rival, después centró el balón con el pie izquierdo, después le llegó a Arley Rodríguez, quien le pasó de cabeza a Moreno, jugador que con otro cabezazo terminó enviando el balón al fondo de la red.
Para cerrar la noche de ensueño de su equipo y suya, el jugador marcado con la dorsal 11, cerró la noche con una excelente jugada. Después de un cambio de frente por parte de Daniel Bocanegra, al mejor estilo de la época de Juan Carlos Osorio, Ibargüen dominó el balón, enganchó al rival que lo estaba referenciando y resbalándose definió de vaselina ante el arquero brasileño, quien no tuvo nada por hacer para salvar el gol.
Al final del partido, el jugador habló con los medios de comunicación y dijo que está agradecido con todos por lo que consiguieron ante el equipo brasileño, porque fueron efectivos y concretaron las jugadas que se crearon.
“Estoy agradecido con Dios y con la vida por el partido y por lo que pudimos lograr. Sabíamos que era un compromiso complicado, pero marcamos la diferencia y concretamos las opciones que creamos, porque para eso se trabaja en la semana. Veníamos haciendo las cosas bien, pero no se nos habían dado”, expresó el jugador de Atlético Nacional.