Este jueves en un estadio vacío, sin gradas abarrotadas, y sin la fiesta de los hinchas se vio el quinto clásico vallecaucano del semestre. Este significaba la apertura de la serie de semifinal, que instalará a uno de los dos en la finalísima del fútbol profesional colombiano.

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Sí que hizo falta el público en las graderías del Pascual, tal vez, los enemigos del fútbol van acabando con el espectáculo, y es que si es desmotivante correr por una cancha  sin provocar la reacción de los espectadores.

En el partido no hubo dominador claro, no hubo muchas opciones para desnivelar el partido y los equipos se dedicaron a preservar sus posibilidades de llegar a la final del campeonato. En fin, el resultado fue una clara demostración de lo que ambos equipos mostraron en la cancha. Dos equipos apegados al libreto, sin que ninguno tomará la iniciativa para vencer el arco rival.

En el primer tiempo, dos remates directos de Duque, y con los tiros libre de Castañeda, Hernández y Martínez amenazaron la paridad, pero ninguna dio frutos.

Para la segunda parte, en una discutida acción, el volante Andrés Roa era expulsado por doble amonestación. A partir de allí, el Cali trato de cerrarse en defensa, el profesor Cárdenas cambio su módulo con tres defensas y sin un punta definido y así esperar con el contragolpe al América.

En los últimos minutos, el lateral Iván Vélez con un cabezazo casi marca sobre el arco de Mina. Al final, el encuentro se sella con un empate a cero, para dejar la serie viva y que se juegue una verdadera final el próximo domingo en el Coloso de Palmaseca.

El Cali va en busca de su tercera final en cuatro años, mientras que, América buscará ser finalista para haber logrado el ascenso a primera el pasado diciembre.