El equipo escarlata viene de lograr la primera victoria de su historia en tierra che ante Defensa y Justicia por competencias oficiales, convirtiéndose de esta manera en el primer club colombiano que triunfa en todos los países de latinoamérica; dato importante, pero que tras lo mostrado en el estadio Norberto Tomaghello, dejó preocupado tanto a su DT como a la hinchada american, dada la fragilidad en zona defensiva que mostró el equipo.

A pesar de que el partido jugado en el país del tango y el mate, mostró hasta el momento la peor versión de los escarlatas en este 2018, se espera que en el partido que afrontará mañana ante el equipo del ex-Santa Fe, Omar Pérez, valide ese buen fútbol que había mostrado en pretemporada y en los primeros partidos de la Liga Águila, en los cuales no se visualizaba con tantas imprecisiones e inseguridades en la saga defensiva, además de ser un gran generador de riesgo en el arco rival.

Por su parte el equipo de Tunja viene de hacer un gran partido frente a Atlético Nacional, el cual en Boyacá se vio apabullado por el equipo de Diego Corredor que se impuso 3-1, y mostró elementos interesantes en materia ofensiva, destacándose principalmente por su velocidad en la transición de defensa a ataque, además de contundencia al momento de definir.

Cabe resaltar, que además de Nacional, los dirigidos por Corredor se enfrentaron ante Millonarios, con quien perdió 1-0 y Santa Fe, al que derrotó 0-2; destacandose en los 2 juegos por un buen nivel, e imponiéndose ante 2 candidatos al título como lo son los verdolagas y los leones.

Elemento importante que seguramente será una dura prueba para el equipo del Polilla, que con 4 puntos y un partido menos, (el aplazado por la fecha 3 de la Liga Águila ante Independiente Santa Fe por competiciones internacionales) marcha parcialmente en la casilla 10 de la tabla general y se encuentra a 2 unidades de Patriotas que se ubica cuarto con 6 puntos. Sin duda un duelo que medirá el aceite de 2 conjuntos que tienen elementos futbolísticos importantes, pero en el cual América se ve obligado a ganar, dada su condición como local.